Raymond Vermeulen, mánager del piloto neerlandés, rompió el silencio del lado del campeón sin un mensaje claro

Horner y Verstappen conversan.
El epicentro del bombazo está situado unas 20 millas más allá del lugar de celebración del último Gran Premio hasta la fecha de la temporada, el de Gran Bretaña. Esa es la distancia que separa al histórico Silverstone de Milton Keynes, donde la Fórmula 1 saltó por los aires. Christian Horner, el histórico jefe del equipo de Red Bull, era fulminado sorpresivamente. En medio de una crisis deportiva sin precedentes con Max Verstappen, cuatro veces campeón, como foco.
La escudería austriaca prescinde del británico, que ha regido la época más gloriosa del equipo en Fórmula 1
La tremenda reorganización de uno de los grandes equipos de la F1 moderna señalaba, claro, a Verstappen.¿Había pedido ‘la cabeza’ de Horner? ¿O es una decisión tomada porque el neerlandés ya ha decidido tomar el camino de salida? Nadie puede saber, a ciencia cierta, todavía nada y probablemente no exista respuesta todavía. Lo claro es que el campeón tiene mucho que ver.
Nada cambiará. Prestamos atención al aspecto deportivo y buscamos más rendimiento para volver a la cima
Su entorno no ha tardado en salir al paso de las informaciones para dar su versión. “Nada cambiará. Prestamos atención al aspecto deportivo y buscamos más rendimiento para volver a la cima“, dice el mánager de Max, Raymond Vermeulen, a De Telegraaf, el periódico neerlandés con más relación con el campeón. Una versión lógica, porque todavía habrá mucho partido que jugar entre Red Bull, Verstappen y la presencia de Wolff y Mercedes con ese 2026 a la vuelta de la esquina.

Verstappen, en acción.
“La dirección de Red Bull nos informó con antelación de la decisión. Les corresponde ofrecer explicaciones sobre los motivos”, agregó Vermeulen, que fue muy protagonista del inicio de temporada. Sus discusiones con Helmut Marko en Bahréin parecieron un punto clave, las aguas se calmaron y ahora llega el estallido completo.
La dirección de Red Bull nos informó con antelación de la decisión. Les corresponde ofrecer explicaciones sobre los motivos
De sus palabras difundidas por De Telegraaf hay poco de diferente al discurso que el piloto mantiene en las últimas semanas. No habla sobre su contrato, se centra en la pista y los milagros deportivos son los que le siguen dando vida en cada Gran Premio. El último fue la locura del cambio de ala para la clasificación de Silverstone que le dio la pole y le castigó en una carrera marcada por las inclemencias meteorológicas.
Mientras tanto, Mercedes sigue mirando al mercado. No negó que lo estudian, nada se ha avanzado sobre George Russell -ni siquiera corriendo en casa- y el piloto británico sigue mostrando su fidelidad a las flechas plateadas. Repitió que no habla con nadie más.