Los ‘tifosi’ de Ducati, rendidos a su nuevo fichaje. Aclamado en Madonna di Campiglio, firmó y se hizo más fotos hasta que Pecco Bagnaia
Marc Márquez, con los ‘tifosi’ de Ducati en Madonna di Campiglio.
Los lazos de Marc Márquez con Italia son cada vez más grandes. Si en 2024 militaba en un equipo italiano, el Gresini, con sede en Faenza, en 2025 está en el Ducati Lenovo, la escuadra oficial, el emblema de toda una marca, que, a su vez, se vanagloria de llevar ‘la excelencia italiana’ por todo el mundo.
Sin embargo, al de Cervera aún le persigue su sempiterna rivalidad con Valentino Rossi y episodios del pasado que algunos, empezando por el propio Vale, no quieren olvidar o pasar página. Por eso, cuando el ilerdense subió al podio en Misano o es anunciado en Mugello, recibe algunos pitos, cada vez menos. A esos los da igual los colores que vista o dónde milite.
En cambio, la amplia mayoría ya ha pasado página, no lo ven como un enemigo, sino como lo que es, el competidor más mediático de MotoGP, uno de los deportistas más famosos del mundo. “No se lleva igual una rivalidad con 20 años que con 32”, afirma él respecto a que ahora se las verá con Pecco Bagnaia, italiano, de la Academia de Rossi, y en el mismo box.
Pero Marc sabe llevar todo eso. Ha entrado en el garaje ‘ducatista’ con perfil bajo, diciendo que el objetivo es “un ‘top 3’” y pasando la presión al turinés, por mucho que no vea un “número uno o dos en el box”.
Sabe ganarse a la gente
Con los ‘tifosi’, el catalán sabe ganárselos. Dio una buena muestra en la presentación al público del equipo y de la moto de 2025, la Desmosedici GP25, en la Piazza Sissi de Madonna di Campligio. Es un acto tradicional, donde se agolpan varios cientos de aficionados. Este año había más que otros. Básicamente, son gente que ha ido a esquiar y, luego, se pasan a aclamar a sus ídolos.
Grasilli, Pirro, Marc Márquez, Domenicali, Bagnaia y Tardozzi, con los ‘tifosi’.
Pecco fue el primero en ser anunciado y tiró de apoyo local. “Como italiano, correr para Ducati es una emoción increíble. El 2024 fue un año increíble, pude dominar, pero sólo faltó el título. Estoy contento con llevar el número 63, pero el 1 siempre es lo máximo. Como me dijo Gigi (Dall’Igna), es más fácil aprender a no caerte que a ganar”, proclamó.
Ante esto, Marc fue al ADN de los fans de la firma de Borgo Panigale. “El objetivo es que al final del año el título sea ‘rosso’ (rojo), o Pecco o el 93. Cada uno dará lo suyo por conseguirlo. Me siento muy identificado con el ‘ducatista’, ese hambre que tiene por las carreras, pero con su espíritu, que es: ‘Unas veces se gana y otras se aprende’”, soltó en italiano y ante ovaciones.
Porque el español, al acabar, siguió con otra ‘rutina’ suya de los circuitos: se acercó a los fans y se dedicó a hacerse fotos y firmar autógrafos. Dio igual que estuviera nevando. “Eres un marciano”, le decía una fan, haciendo un juego de palabras con su nombre. Uno tenía hasta una pancarta que ponía ‘Welcome Marc’ (Bienvenido Marc). Otros llevaban una gorra con el 93. Bagnaia lo vio y también se quedó a ser agasajado. Hasta Michele Pirro, el probador, o Davide Tardozzi, el jefe de equipo, se unieron al ‘hermanamiento’. “Esto nos da mucha moral y fuerza para todo el año”, resumía Claudio Domenicali, el CEO de Ducati. Visto lo visto, parece que los ‘tifosi’ sí que quieren a Marc Márquez.
Carrera de esquí
Después, en la carrera de esquí, más peticiones para el leridano. Muchos, lógicamente alucinaban al encontrarse a los pilotos en medio de las pistas. Además, el mayor de los Márquez se lo tomó con calma. El esquí no es lo suyo y no tomó riesgos. Los test de pretemporada están a la vuelta de la esquina.