El de KTM dice que no habló con nadie, pero se le relación con un interés por acabar en el VR46 con una Ducati

Pedro Acosta, en Mugello.
Pedro Acosta es diferente es muchos aspectos a otros pilotos. Le importa poco el qué dirán, por ejemplo. Así, el lunes después del GP de Italia, de Mugello, antes de ir al aeropuerto de Bolonia para volver a casa, al murciano sólo se le ocurrió ir… a Borgo Panigale. Allí está el museo de Ducati, pero también la fábrica y las oficinas donde trabajan normalmente Gigi Dall’Igna o Claudio Domenicali.
Todo en una coyuntura en la que el Tiburón de Mazarrón se está moviendo por si pudiera salir de KTM… con destino a guiar una Ducati del equipo de Valentino Rossi, el VR46. Le va la marcha.
Ir de museos
El bicampeón se justificaba así: “Me gusta ver museos y si son de motos, mejor. Cada vez que voy a Japón me gusta visitar el de Honda. Me lo pasé bastante bien”.
Luego se explicaba un poco más. “El lunes estuve de museos. Estuve en el de Lamborghini y también en el de Ducati. El de Ducati no estuvo mal del todo. Sabía que la moto de Casey (Stoner) estaba ahí y quería ver esa moto. Al final, no es muy grande, pero tenía mucho interés en ver la moto de Casey, porque vi la moto de 2011 en Japón. Fue bastante bonito ver el museo”, afirmó.
Al ser preguntado por si habló con algún dirigente ‘ducatista’, dio su réplica. “No había nadie allí cuando estuve. Eran las 9:30 de la mañana un lunes. Sólo vi las motos y lo disfruté”, soltó.
Eso sí, a Pedro le atraen más las máquinas clásicas, lo que confirmó con un ‘recado’. “Se ven motos que eran muy pequeñas comparadas con las nuestras. Tenían que haber puesto limitaciones antes, porque ves lo simples que eran antes, eran motos y las nuestras, que tanto alerón te afecta, como en la Fórmula 1, las motos están afectando mucho a los resultados de equis pilotos. Todo era mejor en los viejos tiempos, quizá”, admitió.
Sin novedades técnicas
En cuanto a sus expectativas de cara al GP de los Países Bajos, pide regularidad. “Estoy tranquilo. Nos está costando a las KTM juntar bien dos fines de semana”, asegura. Y en lo técnico, poca variedad. “¿Piezas? No tengo nada ni espero nada grande hasta el verano. Igual me sorprenden”, advirtió.