Ata más de medio Mundial al ganar en Brno y caerse su hermano y su ventaja se dispara tanto que hasta podría amarrarlo… en casa de Valentino Rossi

Marc Márquez, en el podio de Brno.
El qué ya casi ni se discute y es que Marc Márquez será campeón de MotoGP en 2025. Sólo un infortunio grave podría evitarlo. Lo sabe él y lo saben los demás. Tanto es así que cuando le preguntaron después de vencer en Brno, en Chequia, sobre cuál su principal miedo para lo que queda de temporada fue tan rotundo como conciso. “Una lesión”, soltó.
La cosa está tan clara que al leridano ya le preguntan por las plusmarcas que va a batir. Por eso, el de Cervera echa el freno. “La única prioridad es ganar el Mundial y sólo yo puedo perderlo. Hay que dar el máximo, los récords me dan igual, sólo quiero ganarlo”, proclamaba.
Porque las cifras son de escándalo. Después de 12 grandes premios, ha logrado ocho dobletes, cinco de ellos consecutivos, con el de la República Checa, cosa que nunca había hecho nadie. Es más, lleva vencidas 19 de las 24 carreras, contando las cortas y las largas. Sólo no ganó las dominicales de sus dos caídas, Austin y Jerez, la de la lluvia de Le Mans, y el Sprint de Silverstone, donde fue segundo tras Álex, y la del domingo de Gran Bretaña, donde acabó tercero. Alucinante, una máquina de ganar. Le saca 120 puntos a Álex, tres grandes premios.

Marc Márquez, tras ganar en Brno.
Una carrera ‘rutinaria’
Por eso, sus carreras son un monotema, un festival tras festival. Tanto que admite que con la que más disfrutó fue con el Sprint de Alemania, donde remontó y pasó en el giro final. La clave en estas como la de Brno está en no relajarse. “Ahora tengo una mejor concentración. No fue un problema durante mi carrera deportiva, pero hay que seguir ‘jugando’ con mi mente, no con el límite de la moto. Por eso apretaba y bajaba al final”, confesó. Y es que tras pasar a Bezzecchi en la octava vuelta, ya casi nadie dudaba de que el triunfo sería suyo. “Estaba demasiado fuerte, no pude seguirle”, admitió Marco, que dio por bueno el segundo, en la fiesta completa de Aprilia, pues Jorge Martín acabó séptimo en su regreso.
Salió más fuerte de los momentos duros
En el caso de Marc, su confianza es tal que hasta ve este 2025 como una prolongación de 2019, cuando arrasó, y cree que sus lesiones le han cambiado… a mejor. “El año pasado, fue un año crucial, el equipo Gresini me dio la oportunidad de regresar y estaba pilotando muy bien. A lo mejor, no de manera perfecta, pero, paso a paso, iba cogiendo más confianza en mí mismo. Durante estos cinco años, quizás a nivel profesional he perdido la oportunidad de luchar por campeonatos, por las lesiones, pero, a la vez, he crecido muchísimo a nivel personal, en mi vida personal. Nunca es bueno tener duros momentos, pero, a veces, sí que es verdad que le ayuda a una persona a ver las cosas con claridad o, incluso, cambiar tu carácter en ciertas situaciones”, concedió. Y ahora es “más calmado”.
Ser campeón en casa de Valentino Rossi
Por lo tanto, sólo queda dilucidar el cuándo, el lugar en el que el del Ducati oficial será campeón, amarrará su novena corona, la que le iguale a Valentino Rossi. Con algo de mala leche, un italiano le cuestionó sobre si le gustaría atarlo en Misano, al lado de la casa de El Doctor. Marc se rió y hasta hizo el típico gesto transalpino de unir los dedos en la mano verticalmente y balancearla. Supo salir de la pregunta-trampa. “A ver, creo que no es posible. Quedan muchas carreras, con las del Sprint y las del domingo. Tengo la experiencia de 2014, cuando traté de ganar más carreras y ganar lo antes posible y, luego, me caí en Misano y Aragón. Así que lo que tengo que hacer es tener cuidado con todos los elementos. Es verdad que tenemos una gran ventaja, pero tendremos muchos dobletes, muchas carreras consecutivas, así que vamos a mantener la concentración sin estresarnos. Ya he tenido bastante presión durante esta primera parte de la temporada para gestionarla. Ahora, tenemos esta ventaja y esto hace que tengamos menos presión, pero tenemos que gestionar todas las situaciones. Sin duda, trataré de sacar los 37 puntos cada fin de semana, pero no siempre será posible”, regateó.
Las manías de Marc
Puede parecer que quiso evitar líos, pero es que el mayor de los Márquez odia dar nada por hecho. El último ejemplo estuvo en Alemania, cuando DAZN le hizo una entrevista el jueves y para celebrar sus 200 grandes premios en MotoGP. Le pusieron una tarta para soplar las velas y festejarlo… y no quiso porque no había empezado a participar en ese evento. Lo hizo al acabar. Por eso, quedan semanas de cautela tras el parón veraniego, pero ya sólo se trata de ir calculando el circuito en el que llegará la fiesta… aunque él no quiera saber nada de ello.