Arrasa en su ‘reino’ de Sachsenring, supera a Agostini y ya sólo mira a Valentino Rossi… en todo

Marc Márquez, con los comisarios de Sachsenring.
‘MotoGP, sin límites’. Así se llamó la serie documental que hizo el Mundial intentando replicar el ‘Drive to survive’ de la F1. No lo lograron. En parte, porque Marc Márquez, la estrella rutilante y el piloto más carismático, estaba en su periodo más oscuro. Pero el concepto vale para aplicárselo a la situación actual, en la que el octocampeón vive uno de sus momentos más relucientes.
Y es que, carrera tras carrera, gran premio tras gran premio, el de Cervera o bate récords o se aproxima a hitos que parecían inalcanzables… por su lesión en el brazo derecho.
Para empezar en Sachsenring, su reino, su feudo, su jardín, su paraíso o como se quiera llamar. En la carrera dominical arrasó de forma rotunda. Hizo el ‘Grand Chelem’: pole, vuelta rápida y liderar todas las vueltas. En realidad, ahora en MotoGP también hay que contar el Sprint, donde también se impuso.
Agostini, en la mira y Valentino Rossi, el reto
Es su novena victoria en la clase reina en el trazado alemán, la 12 en total, pues obtuvo una en 125cc y dos más en Moto2. Sólo Giacomo Agostini tiene más en una pista en la máxima cilindrada, con sus diez en la finlandesa de Imatra. Con lo que Marc ya tiene un reto para 2026. “¿Que Sachsenring está negociando la renovación? Si tengo que poner dinero, lo hago”, bromeó. “Los demás, al revés”, replicó Bagnaia.

Marc, en el podio.
De hecho, el leridano ya ha dejado atrás a ‘Ago’ en otro aspecto: si en Assen le igualó con 68 victorias en la categoría mayor; en Alemania lo dejó atrás. Ya son 69… a 20 de Valentino Rossi. Por lo tanto, eso no llegará este año, donde sí podría igualar los siete títulos de El Doctor en la clase reina y los nueve en total. Ese ‘límite’ está más cerca. “Es importante seguir disfrutando en la moto y este año estoy disfrutando mucho. Lograr la victoria en el gran premio 200 en MotoGP quiere decir que seguimos estando en muy buena forma”, soltó.
Pista perfecta para él
De la carrera teutona, poco que decir, porque no dio opción. “Hicimos un fin de semana perfecto, sin exagerar”, resumió, evidenciando que ha aprendido de Austin o Jerez, donde era favorito y se cayó. De hecho, hasta la lluvia de la mañana le ayudó, había menos adherencia y en eso también es el mejor. “Cuando llegas a un circuito que te gusta, se adapta a tu estilo de pilotaje y te va a la perfección hasta por las condiciones, porque estaba resbaladizo, vas a tu límite, me sentí cómodo”, admitió.
El drama de la curva 1
Porque, de hecho, hubo muchos dramas en la curva 1, con un festival de caídas, pero no la de Marc. Di Giannantonio se accidentó yendo segundo. “Frené cinco metros más tarde y con dos ángulos más de inclinación”, desveló Fabio. Luego, Bezzecchi, que heredó su posición. “Fue un pequeño error, cosas que pasan. Tras lo de ‘Diggia’, intenté frenar menos ahí, pero hay que frenar”, se disculpó.
Sin embargo, el mayor de los Márquez no erró. “Esa curva era crítica porque no había goma por la lluvia. Desde el principio vi que no había agarre ahí. Eso me dio un extra de concentración”, confesó.
Más preciso que nunca
Fueron 30 vueltas de exhibición, pero también de precisión. “Es sólo en este circuito; en otros, como Assen, intento ser preciso, pero no es lo mejor de mi pilotaje. Hoy fui preciso porque no iba en el límite; aquí fluía”, proclamó. “Por supuesto que respeto a todos los pilotos, no piloto con una mano. En Assen gané sin ser el más rápido; aquí fui rápido desde el primer libre”, añadió. Lo de una mano ya lo dijo Jack Miller cuando Marc ganó en Sachsenring en 2021. “Nos ha ganado un piloto con un brazo”, soltó el australiano. Pues ahora que ‘tiene’ dos…
Esta paliza le vale para sacar ya 83 puntos al siguiente, Álex, en el Mundial. El del Gresini pescó el podio pese a su lesión. Como Bagnaia, pese a su mal momento. Pero a un mundo de Marc, más de seis segundos… y por su bailecito en meta. En 2014, ganó diez carreras seguidas; en 2019 batió el récord de puntos; ahora, está a otro nivel, sin límites.