Pit Beirer, su jefe en KTM, está encantado con su “diamante en bruto”

Pedro Acosta, en Tailandia.
Que Pedro Acosta es la gran esperanza de KTM en MotoGP es algo constatable en cada gran premio o declaración de cualquiera de sus jefes. Es su presente y quieren que sea su futuro. Firmó dos años (2025 y 2026) y reafirmó su compromiso este invierno a pesar de la delicadísima situación económica de los centroeuropeos.
Los de Matighoffen saben la perla que tienen y su proyecto en la máxima cilindrada gira sobre él. Fue su mejor clasificado en la pretemporada de 2025 y lo era en la carrera de Tailandia, hasta que se cayó. “Fue sorprendente lo rápido que se adaptó a nuestro trabajo y se adaptó a nuestro conjunto. Si no miramos sólo a los resultados, vemos que fue rápido cada día, en cada condición. Por eso fue el más fuerte de todos nuestros pilotos y lo consideramos el favorito de entre los cuatro“, dice a gpone Pit Beirer, el director de su departamento de carreras, al respecto del Tiburón de Mazarrón, Brad Binder, Enea Bastianini y Maverick Viñales, su cuarteto en MotoGP.
Las promesas y Marc Márquez
El ejecutivo austriaco rechaza comparaciones con Marc Márquez y desvela las promesas que le hicieron cuando fue a la fábrica a interesarse por el futuro. “Pedro es un talento excepcional, de esos que sólo se encuentra uno en una década. No es el típico campeón de Moto2 que sube de categoría, sino un diamante en bruto, sobre eso están todos de acuerdo. Pero tiene que comer mucho si se le compara con Marc Márquez después de su primera temporada en MotoGP. Estas comparaciones no sirven para nada, nos tenemos que centrar en él. Pedro lo da todo y te pide todo, por ejemplo cuando se trata de saber si le hemos hecho todo lo posible para darle la mejor moto posible para él. Cuando en invierno nos preguntó si estábamos preparados para darle una moto ganadora le dijimos que sí. Se lo prometimos“, confiesa.

Acosta, en Buriram.
Otra comparación
Sin embargo, el dirigente ‘naranja’ sí hace otra comparación, para muchos sorprendente. “Vemos que Pedro quiere ir en moto todos los días y se esfuerza en buscar nuevas pistas para entrenarse. Los resultados de estas pruebas son extremadamente buenos. Pilota día y noche. Es el último en irse del circuito por la noche, porque estudia a fondo los datos con su jefe técnico. Con esta forma de trabajar tan meticulosa, me recuerda a Michael Schumacher, que siempre sacó el máximo de su conjunto técnico”, proclama.