Lewis mejoró ligeramente respecto al monegasco con los nuevos reglajes, pero ambos fueron superados por Tsunoda y Albon

Leclerc, durante el Gran Premio de Australia.
No es fácil el inicio de temporada para nadie y tampoco para un equipo tan experimentado y con tantos recursos como Ferrari, sobre todo si hay un cambio grande en el monoplaza, como es la nueva geometría y estructura de la suspensión delantera, que ha adoptado el llamado ‘pull-rod’ (tirantes), en lugar del ‘push-rod’ (empujadores). La primera ofrece ventajas de un centro de gravedad más bajo, algo bueno en los coches actuales, pero lleva tiempo llegar a entender los reglajes adecuados para cada circuito y condiciones.
Ferrari iba bastante bien el viernes, sobre todo con Leclerc, que fue el mejor de largo en tiempos. Es cierto que esto es engañoso, porque todos estaban muy lejos de tener el mejor coche en cuanto a peso y potencia, pero se le veía muy fluido en el pilotaje y cómodo con el coche.
Este sábado por la mañana, el coche parecía otro, picudo, sin capacidad para redondear las curvas lentas del último sector y complicado para ambos pilotos, tanto para Charles como para Lewis, que acabó con un trompo en Q2 y octavo en parrilla, a dos décimas de su compañero.
Según ha podido saber MARCA, el coche no era exactamente el mismo el sábado que el domingo. Hubo al parecer un cambio global en la orientación de los reglajes, pensando que podían optimizar el comportamiento del coche en algunos puntos delicados, pero la cosa no fue como se pensaba. Para Leclerc fue un cambio muy negativo en cuanto a confianza con el SF-25 y para Hamilton fue una ligera mejoría, pero tampoco para poder superar a su compañero
La pregunta que circula en el ‘paddock’ es si se hizo para que el coche tuviera un equilibrio o convergencia al estilo de los dos pilotos o pura casualidad que fuera hacia atrás. La mayoría se inclina porque en una primera carrera existen esas dudas y que pasó algo que nadie quería, sin más, no porque Hamilton pidiera que fuera hacia una máquina más manejable para él, sino porque se buscaba algo global que acabó saliendo rana.
Lewis esperaba estar más lejos
Las dos décimas de Leclerc sobre Hamilton no son un drama para ser el primer día y Lewis estaba incluso animado tras su resultados. “No sé lo que me llevará ponerme a su altura. Sinceramente, pensé que estaba más lejos y luego llegué aquí. Creo que hemos hecho un buen trabajo en tratar de llevar el coche hacia adelante y como he dicho cuando tienes un problema en el monoplaza, normalmente cuando tienes la experiencia, puedes decir, ‘vale, este es el camino que quiero tomar’, pero no sé qué herramientas usar en este momento”, decía como disculpa.
“Mañana va a ser un día complicado porque nunca he pilotado este coche en lluvia, ni siquiera conozco los reglajes de lluvia, así que tendré que practicarlos esta noche, y mañana será otra curva de aprendizaje para mí”, decía sobre lo que le espera.
Leclerc, por su parte, reconocía que “nos va a llevar tiempo el encontrar los mejores reglajes para este coche”. No echaba la culpa al equipo de haber ido hacia un sitio que a él no le iba. Simplemente, parece que fue consensuado y no salió bien. Con la lluvia que se espera para la carrera, podría quedar en anécdota si gana la primera carrera del año.