De la Copa Ducati a la Copa Márquez
Marc y Álex dominan MotoGP, primero y segundo en el Sprint de Argentina, como en Tailandia

Álex y Marc Márquez saludan en el podio de Termas.
De la Copa Ducati a la Copa Márquez. Así está MotoGP en 2025. Sí, es sólo el comienzo y queda muchísimo, pero estos compases iniciales están siendo un festival al estilo de los que montaban en Cervera cuando los dos ganaron sus títulos mundiales a la vez: 2014 y 2019.
De momento, el ganador es Marc, que sigue en estado de gracia y manteniendo el pleno de victorias de rojo: Sprint y carrera en Tailandia y Sprint en Argentina. Por lo tanto, 49 puntos. Además, con pole en los dos lugares, para sumar ya 96 en el Mundial y 68 en la clase reina. Una burrada.
Sin embargo, Álex estuvo más cerca, mucho más que en Buriram. De nuevo, fue segundo en parrilla y estuvo muy agresivo al inicio de la prueba, conteniendo el conato de pasada que Bagnaia inició en la frenada de la recta de atrás. Luego, se pegó mucho a su hermano, pero no pudo hacer una maniobra de adelantamiento… porque el 93 no se lo permitió.
Marc ve a Álex como rival para todo
El octocampeón es el primero en elogiar al bicampeón. “Seguimos en un estado de forma muy bueno, seguimos yendo rápidos. Incluso hoy me ha apretado muchísimo Álex desde el principio hasta el final, prácticamente. Y mañana espero un Álex muy fuerte, porque está yendo muy constante. Ya lo dijo él ayer, que está más cerca que en Tailandia y se ha visto en el Sprint, que está más cerca. Esto no cambia y no va a cambiar nuestra relación. Nos intentamos ayudar mutuamente. Por cómo lo estoy viendo en la pretemporada y la temporada, me va a ganar más de una carrera, pero, ¿por qué no? Nunca se sabe si será él el candidato o el rival al título”, lanzaba. Sin duda, el mayor cree más que el menor en esa posibilidad.

Álex y Marc chocan sus botellas de Prosecco.
Lugar para atacar
El del Gresini sonreía, estaba feliz, pero le quedaba una espinita. “Íbamos muy rápido los dos, era muy al límite y, sobre todo, hacía un poquito la goma en diferentes partes del trazado. Entonces, él iba más rápido en unas partes; yo, en otras. Pero no me permitía llegar suficientemente pegado a mis puntos fuertes para poder atacarle bien. En ningún momento he tenido el ‘chance’ (ocasión) de decir: ‘Vale, aquí le ataco’, porque no lo sentía, pero, sobre todo, no llegaba suficientemente pegado. Me he sentido muy bien. Creo que hasta un punto de la carrera éramos más rápidos que él en algunos puntos, no mucho, un poquito más rápidos. Pero cuando quedaban cuatro o cinco vueltas, he visto la diferencia con el de atrás, yo iba súper al límite, la goma de delante con la presión un poquito alta y he dicho: ‘Vale, hay que asegurar un poquito, también, no hay que volverse locos, es una Sprint y hay que sumar puntos’. Y hemos aprendido del mejor, que en estos momentos, y siempre este año, ha sido Marc. Al estar cerca de él, hoy he podido aprender muchísimo. Fue como recibir una clase maestra”, decía en DAZN y ante los medios. Es segundo en el certamen a 11 puntos de Marc.
La resignación de Pecco
Tercero, de nuevo, fue Bagnaia, que no esconde que necesita mejorar para hacer añicos esta Copa entre familiares. “Lo están haciendo mejor. Hemos dado otro paso adelante, pero todavía me falta algo”, admitía. Pecco hasta lleva unas alas ‘supletorias’ en su colín porque ya no sabe cómo arreglar lo que no logra con puesta a punto para coger mejores sensaciones. “Me falta más contacto con la rueda de atrás y eso me ayuda un poco. Me falta también tener una moto que se carga con el gas. No me está ayudando mucho. Probamos cosas de configuración. Me dan cosas, pero me quitan cosas. Ha sido la única manera de mejorar algo sin perder nada”, desvelaba en DAZN.

Marc lidera al comienzo.
El italiano sabe que sufrirá en este inicio de curso, pero su reto es minimizar daños. Marc, en cambio, dice no tener una idea preconcebida. “Hay circuitos un poquito más favorables; otros, menos, pero es intentar cada fin de semana sacar el cien por cien de cada situación. No sé qué plan tendrá Pecco, pero, de momento, voy sin plan. Me estoy encontrando cómodo, estoy sintiendo la moto, sin fijarme, sin exagerar, que es lo importante”, aseguraba.
Que nada cambie
Porque el leridano está obligado a tirar de prudencia. Por experiencia. “El tema está que en el motociclismo, cuando menos te lo esperas, llega el error, es una milésima de segundo. Por eso tenemos que estar más centrados que nunca. Como dije antes de empezar este gran premio, mucha euforia, sí, pero no hemos hecho ni la segunda carrera. Estamos en la segunda carrera, así que partido a partido, no; carrera a carrera”, certificaba. Hoy, a 25 vueltas, nueva pelea en la Copa Ducati o la Copa Márquez.