La llegada a un trazado de un estilo como Barcelona o Silverstone es muy importante para saber a lo que pude aspirar Williams el resto del año

Carlos Sainz, en rueda de prensa-
Carlos Sainz llega a China con el propósito de olvidar cuanto antes lo sucedido en Melbourne y poder completar un fin de semana, el primero de formato Sprint de 2025. Shanghái es una pista opuesta a la de Australia, con largas rectas y curvas de alta velocidad, donde la eficiencia de los coches se impone a cualquier otra cuestión. Además ha sido reasfaltado por completo, por lo que la experiencia con el FW47 será más novedosa e impredecible si cabe.
Sobre lo que espera para este fin de semana, Carlos no lo tiene demasiado claro. “Sinceramente no lo sé, yo creo que China es uno de los primeros circuitos con este tipo de características, de curvas mucho más largas, mucha carga aerodinámica, curva larga que todavía no hemos ido, Bahréin está lleno de horquillas y curvas lentas, aquí es todo curva mucho más estilo Barcelona, con mucha carga aerodinámica, y diferente a Australia también, así que creo que va a ser una primera referencia para dar otro tipo de ‘feedback’ a los equipos, sobre en qué circuitos va a ir bien su coche y en qué circuitos le costará más. He visto la pista y parece un buen asfalto, la verdad es que tiene buena pinta, parece que va a tener buen agarre, pero con estas cosas nunca se sabe”, decía sobre sus primeras impresiones tras dar la vuelta al trazado.
Lo que sí deja es una reflexión sobre lo que puede suponer China, no sólo para Williams, pero en concreto para ellos. “En ese sentido va a ser una prueba de fuego para este coche porque si conseguimos que fuera bien en Barhéin, bien en Australia y vaya bien aquí, querrá decir que es un paso adelante y es un coche polivalente. Si aquí por ejemplo nos cuesta y este es un circuito más difícil, querrá decir que hay trabajo por hacer todavía, así que hay que verlo. Hay que hacer el fin de semana y ver qué tal va”, certificaba sobre las conclusiones que se podrán sacar.