El asturiano domina la zona media, suma un 7º valioso y sus puntos en la clasificación general toman otro color

Alonso, captado en pleno circuito.
Pasaron cinco horas desde la finalización del Gran Premio de Canadá, pero no hubo premio para Fernando Alonso. En un mundo ideal, con sanciones aplicando el reglamento, la carrera de Montréal hubiese terminado con Verstappen, Hamilton y el asturiano en el podio. “Es penalizable si hay banderas amarillas y el volante se llena de avisos“, decía al finalizar la carrera. Había cumplido bajo coche de seguridad, pero el panel de comisarios le mantuvo en su 7º original. El de una carrera de bandera. Alonso nunca se fue, pero está más de vuelta que nunca.
Russell sujeta a Verstappen, Norris se inmola; Alonso y Sainz muy buenos puntos<br>
El fin de semana fue, en global, el más competitivo de la temporada. Con un AMR25 óptimo para Canadá y la capacidad de Alonso al máximo. Cosa que no tardó en reivindicar. “No creo que muchos pilotos estén más fuertes. Russell, que lo estuvo todos los días, y Max [Verstappen], que sale segundo”, reconoció tras la qualy. Mismo discurso que en una carrera donde no perdió posiciones, fue capaz de manejarse en el cuerpo a cuerpo y aumenta su global de puntos. “En el paddock saben qué pilotos están en el top-5″, contó. “Puede que si eres aficionado nuevo te fijes más en estadísticas y crees que los mejores son los que más ganan”, añadió.
La carrera del Gilles Villeneuve no engaña.Alonso fue el mejor de la zona media, algo que había conseguido a una vuelta, tanto en Ímola (5º) como horas atrás en Canadá (5º). Faltaba la carrera y llegó el remate. “Todavía tenemos que estudiar lo que pasa en carrera. En qualy íbamos mejor que Hulkenberg o los Willliams, pero en carrera se nos escaparon esas décimas”, contó Fernando. Aunque se defendió, llegó a colocarse a muy pocos segundos de Hamilton y todo funcionó para sumar. Por delante de Sainz y Albon, batiendo a Hulkenberg y sin inquietarse de la progresión habitual de los Racing Bulls.
El Aston Martin
Mecánicamente, el AMR25 sigue encontrando sensaciones. El coche es mucho más dócil, el ajuste a los muros de circuitos como Canadá es más positivo -solo hace falta ver los sustos de Jeddah para comparar- y sobreviven pese al déficit en velocidad punta. La siguiente -y probablemente última- actualización será en Silverstone, un circuito donde puede jugar en la curva rápida británica con lugares claves como Stowe, Maggots, Becketts o la icónica Copse.

Alonso, en el Aston Martin.
La mejora conjunta facilita la vida a un Alonso igual de preciso. Con la estrategia óptima, el asturiano progresa, es capaz de adelantar por el diferencial de velocidad y no con los milagros de Barcelona y suma unos puntos que aumentan los de un equipo Aston Martin que le tiene como gran valedor. Pese a que los rumores del paddock le vincularon con un regreso a Alpine del todo improbable en el futuro cercano.
La misión será asegurar ese liderato de la zona media. En el global de puntos está muy lejos de los 42 de Alex Albon en la general, pero la progresión es clara y tiende hacia arriba. Coincidió todo, curiosamente, con un Adrian Newey que decía que solo conversaban con los encargados del AMR25 en las comidas de la fábrica. Sea como fuere, el efecto del británico cambió la cara de Aston.
Queremos seguir empujando en todas las áreas, fueron unos puntos 100% merecidos
Y es algo positivo y que nunca se había visto en la era reciente de los británicos. En 2023, el coche pasó de ser el segundo en la parrilla a depender de milagros como el de Brasil. 2024 terminó como un curso para olvidar. Y en 2025, por lo menos, la tendencia es otra. Con un Alonso que, paralelamente, no baja el nivel. “Queremos seguir empujando en todas las áreas, fueron unos puntos 100% merecidos”, cerró Andy Cowell, ‘team principal’ del equipo.