Tarde de sorpresas para cerrar el test de Bahréin. Fernando suple de nuevo a un Stroll enfermo, mientras el británico es primero, con Max y Albon muy cerca
Alonso, junto a De la Rosa, preparado para regresar a pista la última hora del test.
Se acabaron las pruebas. Lo próximo será fuego real y sin programas enrevesados, ya en los Libres de Australia en próximo 14 de marzo. La tarde final del test de Bahréin vivió otra situación insólita en el box de Aston Martin, con la vuelta por sorpresa de Fernando Alonso para la última hora. Una especie de Cid, pero vivo y coleando, a pesar de estar acatarrado. El piloto de 26 años, Lance Stroll no podía continuar, después de haber renunciado a la mañana por haber estado vomitando toda la noche y el de 43, tocado pero nunca hundido, regresaba para completar el programa.
Lo subrayábamos en la crónica de la mañana: ante datos tan pobres en los tiempos del AMR25, en lo único que se puede confiar es en el asturiano como faro. No mejoró los tiempos, porque en Aston seguían en un plan prediseñado a piñón fijo. Hizo tres nuevas tandas de 10 vueltas y dio el carpetazo al test más gris de Aston en los tres últimos años.
Nos han insistido desde dentro de la escuadra británica que han decidido no ir a por tiempos (vaciando el depósito) o simular carrera. Siendo un coche tan parecido, la fiabilidad no era fundamental. Se han centrado en una única cosa, trabajar para que el coche sea más manejable y predecible para los pilotos, con pruebas de suspensiones, altura y reglajes parea encontrar eficiencia. De ahí se explicarían las pocas vueltas por un lado y los registros pobres por otro. De cómo estén respecto a la competencia se darán cuenta ya en Australia dentro de dos semanas.
“No me preocupa haber rodado poco y tampoco he mirado los tiempos de los demás”, aseguraba el asturiano a la prensa internacional que de daba cita en estas pruebas invernales. Y parecía completamente sincero cuando lo decía. Estaba ronco y también resfriado, pero nada de eso impidió que estuviese dos turnos al pie del cañón. Bajas expectativas y la esperanza de una mejora al llegar a Europa que les de impulso renovado. Ese parece el plan.
Russell, primero
George Russell se dio el gustazo de marcharse con el mejor tiempo del día, que no es el mejor de la semana. Su 1:29.545 aún está dos décimas por encima del de Carlos Sainz el jueves. Y Alex Albon, el otro piloto de Williams, marcó el tercer tiempo de la jornada. Ha sido el equipo más brillante en rendimiento puro, pero quizá también más cortos de gasolina que nadie al simular calificación. Australia dirá si están muy fuera de puesto o sin son realmente el equipo revelación de principio de temporada.
Fue lo más interesante de la última jornada, pues Verstappen, Piastri y Hamilton se dedicaron a simular carrera. El inglés, después del revolcó del primer día, a 0,9 seg. de Leclerc, ha reaccionado para batir por dos días al monegasco. No ha sido tan malo el estreno como se barruntaba y el Ferrari es uno de los coches punteros, por lo que será aspirante a varias victorias este año. El campeonato ya es otra historia.
Los tiempos finales del día 3 en Bahréin.
El equipo que confirma el mejor ritmo de carrera es McLaren, que con Norris y Piastri hoy ha firmado los mejores simulacros de carrera completa. Parecen medio segundo mejores que el resto de los grandes, pero luego en un Gran Premio hay otros factores que influyen, como la garra, la ambición y el carácter de los pilotos… Y aquí, Verstappen sigue apareciendo como gran favorito para llevarse el quinto. Eso sí, será cerrado y emocionante como lo fue el año pasado… Se avecina una gran temporada de F1.