En el ‘Decoded’ de ‘DAZN’ el piloto asturiano dejó mensajes claves para entender su carrera presente, pasada y mirando al futuro
Alonso, en el podio de Arabia Saudita de 2023.
La primera parte de la pretemporada de la Fórmula 1 2025 (centrada en el aspecto físico salvo algún caso como Andrea Kimi Antonelli, que ya se subió a un F1) enseñó, claramente, que Fernando Alonso se lo tomaba muy en serio. Castigándose a los 43, forzando su cuello al límite y buscando alcanzar tanto los test de Baréin como la primera cita de Melbourne como nunca. El nuevo Aston Martin, desde su monoplaza hasta en las entrañas de un equipo en el que aterrizan caras nuevas en los principales puestos, dirá si se puede soñar, mejorar y pelear. Pero Alonso llegará motivado para demostrar que sigue teniendo esas manos diferenciales en el ‘Gran Circo’.
Verstappen y Alonso, en el GP de Las Vegas 2024.
Nadie duda a estas alturas del ‘14‘. Su top-10 en 2024 con un coche que fue el peor de la parrilla en algún Gran Premio es el ejemplo más reciente. Pase lo que pase, el estilo del asturiano es innegociable. “Mis puntos fuertes son las salidas, rendir bajo presión y sacar lo máximo del coche”, confesó en el ‘Decoded’ de ‘DAZN‘. Las conoce, explota y cultiva. Como lleva pasando en los últimos 20 años.
Las virtudes
Las salidas siempre han sido su patrimonio. El más inteligente desde que se apagan sus luces, encontrando huecos y forzando a sus rivales. El Gran Premio de España de 2011 fue el punto culminante, encontrando un hueco por el interior de la recta, entre los dos Red Bull que eran cohetes. Y hay muchas más, con el exterior a Pérez en China 2024 o la colección de movimientos de cirujano en Zandvoort 2023 como exponentes más recientes.
Rendir bajo presión es otra marca de la casa. Lo demostró con cualquier vehículo, como ese stint nocturno en las 24 Horas de Le Mans de 2018 donde remontó con el Toyota. “Dime si quieres otro”, le repitió a su ingeniero. O el de Daytona, dejando ‘flipado’ hasta a su equipo. “Es Dios cuando se baja el casco”, repitió el mítico Wayne Taylor, jefe de aquel coche Cadillac.
Salida del Gran Premio de España 2011.
Ha sido la historia de mi vida, competir con unas armas un poco inferiores a los demás
Sacar lo mejor del coche es la tercera virtud. Hay infinidad de pruebas de ese factor determinante. La última campaña es un resumen, quizá infravalorado, de ese mensaje. Y algo que le ha definido. Siempre da todo y volverá así a 2025. “Ha sido la historia de mi vida, competir con unas armas un poco inferiores a los demás”, explicó.
… y futuro
La forma de abrir su corazón es una declaración de intenciones. De un piloto que se conoce y sigue llevándose al máximo para 2025. Y alguien que nunca ha cambiado en su forma de trabajar. Desde que era el niño prodigio y tomó el kart que su hermana no quiso. Algo que le moldeó y le hizo mejor piloto. “Desde pequeño solo tenía un kart cuando empecé a conducir”, rememoró. Ahí se formó parte de su corazón actual. “Cuando llovía, todos los niños corrían con los neumáticos de lluvia y yo con los de seco porque no teníamos el dinero para comprarlos“, agregó. El resto, como se suele decir, es historia.
Cuando llovía, todos los niños corrían con los neumáticos de lluvia y yo con los de seco porque no teníamos el dinero para comprarlos
Fernando Alonso, junto a su equipo en el garaje en Abu Dhabi
Y aunque sean 43 años, no parece que tenga fecha de caducidad. De hecho, en el propio ‘Decoded’, Alonso dejó un mensaje que puede tener todo tipo de interpretaciones. “Antes los pilotos empezaban con 35 años y corrían hasta los 50 años”, contó. “Ahora todo ha cambiado”, cerró con una sonrisa que delata. Quizá quede cuerda para rato. Y como explicó claramente, 2026 tiene un panorama ilusionante. Antes, un 2025 en el que Aston Martin aterriza revolucionando su equipo.