El piloto de KTM es consciente de que todas las apuestas se decantan por el lado del equipo oficial de Ducati, una circunstancia que, asegura, puede llegar a beneficiarles.
Pedro Acosta afronta su segunda temporada en la máxima categoría del campeonato del mundo, tras un primer año de aprendizaje a todos los niveles con el equipo GasGas Tech3, satélite de KTM, el murciano ha dado el salto a la formación oficial de la casa de Mattighofen.
“Llego preparado”, aseguró este jueves ya en Buriram, donde este fin de semana arranca la temporada con la disputa del Gran Premio de Tailandia. “El año pasado era nuevo, no sabía lo que iba a pasar”, añade el español.
Acosta hizo una buena pretemporada, aunque el resultado del resto de KTM dejaba muchas dudas en torno a la moto 2025.
“Los test terminaron mejor de cómo comenzaron. Necesito encontrar la constancia que me faltó el año pasado”, apuntó.
Sin embargo, Acosta no es ajeno a la realidad de que este año la diferencia entre el equipo oficial Ducati y el resto parece, a priori, demasiado grande.
“Que el favoritismo sea tan claro a favor de Ducati ayuda; David ganó a Goliath”, tira de tópico antes de mostrar sus cartas: “Esto es un deporte individualista; si vengo a competir con complejos pues mejor no vengo”, dice Pedro, de los pocos pilotos que en una encuesta de MotoGP no votó por los pilotos Ducati para el título.
La temporada empieza justo después de que los acreedores de KTM hayan dado luz verde a la reestructuración del fabricante, para no ser mala vendido o cerrado por la crisis.
Las mejores fotos del jueves del GP de Tailandia de MotoGP
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“Me he tomado el proyecto de KTM como algo personal; tenemos un proyecto que vale mucho y que siento mío”, arroja con sentimiento.
Tras ser el primer piloto murciano en correr en MotoGP el pasado año, esta temporada se une el también murciano Fermín Aldeguer, con Gresini-Ducati.
“La experiencia en MotoGP cuenta más que en otras categorías. Mi cabeza no está en competir con Aldeguer, sino en algo más grande“, evitó comparaciones..
Acosta fue campeón de Moto3 en su primer año en el mundial, y ganó el título de Moto2 en el segundo año en la clase intermedia. Ahora afronta su segundo año en MotoGP y cree que notará esa acumulación de experiencia.
“El año pasado iba muy rápido hasta que me daba el castañazo. Con la moto de la temporada pasada tenía que ir todas las vueltas a fondo. Eso es imposible en MotoGP. Ahora la moto es más tranquila, se mueve menos”, un cambio que Acosta reforzará a nivel sicológico. “He pensado mucho este invierno, he dado un paso adelante en lo mental”, zanjó.