El británico vivió su primer día de rojo y arranca una carrera que desembocará en Melbourne para alcanzar un objetivo que nadie alcanza desde 2010 con la ‘Scuderia
La ocasión merecía la pena y se llevó todos los focos. Lewis Hamilton debutó con la Scuderia Ferrari en el ‘laboratorio’ de Fiorano tras el desembarco icónico (F40, traje italiano y casa de campo de Enzo Ferrari) del fichaje del lustro en la Fórmula 1. El británico se estrenó de rojo, mostró una emoción desmedida (“De las mejores sensaciones de mi vida“, decía) y empezó un reto brutal. El de ser campeón del mundo con el equipo más laureado, y el de entrar en el panteón de los Dioses del equipo bandera del Gran Circo.
Hamilton y Alonso, con Ferrari.
La cosa irá poco a poco. Primero tocó la aclimatación a un coche antiguo con poco parecido al modelo de 2025 de la fábrica italiana. Dio 30 vueltas con el SF-23 (2023), dejó algún error normal y cumplió los objetivos claros marcados por Fred Vasseur, su nuevo director de equipo. “Dieron vueltas en un clima no muy bueno, pero recuperaron ritmo y sumergieron en el entorno de la pista antes de la primera prueba”, reconoció el galo. Que dejó claras las intenciones del equipo. “Fue un calentamiento para todos. Era el único objetivo”, relató.
Recordó al primer test de Michael Schumacher con la Scuderia por las condiciones y podría repetirse en Barcelona con otro modelo antiguo.Hamilton, allí, aumentará su kilometraje antes del trabajo real. “Fue bonito verle en pista, algo especial para todos. Ahora nos centraremos en volver al coche y empezar, de verdad, a trabajar en la próxima temporada”, recalcó Charles Leclerc, su nuevo compañero de equipo.
Un desafío histórico
Fernando Alonso (ES) Ferrari F10 ganador en la carrera en Bahrain International Circuit, Sakhir, Bahrain, el 14 marzo de 2010. Es su 22 victoria en F1 tercera en Bahrein tras las de 2005 y 2006. Es el cuarto piloto que gana con Ferrari en su debut, los anteriores fueron, Andretti en Sudfafrica 1971, Mansell en Brasil 1989 y Raikkonen en Australia 2007
Todas las pruebas llevarán al Gran Premio de Australia, que recupera la cita inicial del campeonato. Allí Hamilton volverá a ser principal protagonista, pues aterrizará con un equipo que ha ganado cuatro de las últimas cinco carreras allí (con Vettel en 2017 y 2018, Leclerc en 2022 y Sainz en 2024), y con una Ferrari que cerró el último curso como candidata a todo. El reto para el ‘44‘ es total: ganar desde el primer semáforo verde.
El piloto asturiano es consciente, con el tiempo, de que debería haber afrontado su carrera deportiva de otra forma y repasa algunos de sus momentos más reseñables en la Fórmula 1
No es nada habitual y la complejidad es total. Solo seis pilotos debutantes con Ferrari han ganado en la primera carrera y es algo que no se ve desde Fernando Alonso y aquel Gran Premio de Baréin 2010. La lista es reducida, con Luigi Musso (Gran Premio de Argentina de 1956), Giancarlo Baghetti (Francia 1961), Mario Andretti (Sudáfrica 1971), Nigel Mansell (Brasil 1989) y Kimi Raikkonen (Australia 2007) acompañando al asturiano. Ese será el primer desafío de Hamilton.
Al que llegará tras cumplir las etapas pertinentes anteriores. Las actuales pasan por adaptación a su nuevo equipo y mucho simulador, como adelanta La Gazzetta dello Sport, pues trabaja con el modelo virtual del nuevo coche y se aplican configuraciones y reglajes del monoplaza que cerró la temporada 2024.