Adrian Newey se refirió a los desafíos que enfrentó Red Bull con su monoplaza 2024 de Fórmula 1, cómo fueron ignorados y por qué llevaron a Checo Pérez a perder competitividad.
![Adrian Newey, Director Técnico de Red Bull Racing habla con el segundo clasificado Sergio Pérez, Bull Racing](https://cdn-4.motorsport.com/images/amp/2jX9MRz6/s1000/adrian-newey-director-tecnico-.jpg)
Adrian Newey, Director Técnico de Red Bull Racing habla con el segundo clasificado Sergio Pérez, Bull Racing
Foto de: Red Bull Content Pool
Max Verstappen volvió a ser campeón mundial de F1 el año pasado, pero no de la forma dominante en que lo había sido en las dos temporadas anteriores, cuando Red Bull emergió como el equipo a vencer en el paddock tras el gran cambio reglamentario de 2022.
La escudería de Milton Keynes arrancó 2024 donde lo había dejado en 2023 –dominando el campeonato-, solo para que a partir del Gran Premio de Miami comenzara a ver que su coche ya no era la referencia de la parrilla.
Adrian Newey dejó de estar involucrado en abril del año pasado en el día a día de Red Bull, una vez que se supo que no seguiría con la escudería que había liderado durante casi dos décadas desde el diseño de sus monoplazas.
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“Obviamente, parte de ello fue McLaren y, en particular, Ferrari también, desarrollando sus coches y haciendo un muy buen trabajo de desarrollo de sus coches”, comenzó Newey en una entrevista con Auto Motor und Sport.
“Creo que Red Bull, por lo que pude ver, el coche ya estaba -el coche de 2024 y a través de las últimas etapas de 2023 también diría- empezando a ser más difícil de conducir. Y, por supuesto, eso se adapta a Max, que podía manejar eso. No se adaptaba a él, pero podía manejarlo. Checo no podía”, aseguró.
“Así que comenzó también a través de 2023 a verse más una diferencia en el rendimiento entre los compañeros de equipo, Max y Checo. Eso se mantuvo en la primera parte de 24, pero el coche era todavía lo suficientemente rápido como para ser capaz de hacer frente a ello”.
Newey reveló que esos problemas en el comportamiento del monoplaza habían comenzado a ser motivo de inquietud para él, pero que en Red Bull no compartían esa mirada, y deslizó que el equipo no logró resolver los inconvenientes una vez que el él se alejó, posiblemente por la falta de experiencia del personal que quedó a cargo.
“Es algo que empezaba a preocuparme, pero no a mucha gente de la organización. Y por lo que puedo ver desde fuera, pero no sé, los chicos de Red Bull, esto no es una crítica, pero creo que simplemente, tal vez por falta de experiencia, siguieron en la misma dirección. Y el problema se hizo más y más agudo hasta el punto de que incluso a Max le resultaba difícil conducir”, finalizó.