Los presagios de Adrian Newey sobre la futura reglamentación de la categoría reina indican que la fábrica japonesa no podrá repetir lo ocurrido en los años de McLaren con el asturiano
Alonso, en el pasado Gran Premio de Brasil.
Una declaración de Adrian Newey, fichaje estelar de Aston Martin desde los puestos de consultor, consejero y socio accionista, en ‘Auto Motor und Sport’ puso sobre la pista a la Fórmula 1 para afrontar los pasos de futuro. De un 2025 que arrancará con Mclaren, Red Bull y Ferrari como teóricos favoritos (a tenor de lo visto en los últimos compases de 2024). Y un 2026 de reinicio, con un detalle que cree fundamental el británico: “Hay una gran posibilidad de que sea un reglamento de motor, al principio”.
El F1 de 2026, en acción.
En 2026, la Fórmula 1 revolucionará su concepto a monoplazas más pequeños (siguen siendo grandes), una aerodinámica activa y el fin de la MGU-H. Serán coches con 475 caballos de potencia eléctrica, se sumarán al V6 de 1.6 litros para acabar dando los habituales 1000 de potencia, pero se entregará de forma diferente. Adaptado a la entrada de Audi y el grupo VAG como un nuevo actor principal.
Existe la posibilidad de que alguien venga con un motor de combustión dominante que dure todo el reglamento, porque es difícil para los demás ponerse al día viniendo desde atrás
Honda, dolor y gloria
Si los análisis de Newey son válidos, Honda debería estar a la altura si quiere dar un coche ganador a Fernando Alonso. Evidentemente, el asturiano vivió un pasado conflictivo con la marca del ala dorada cuando regresó a la F1 de la mano de McLaren. Aterrizó en Woking como fichaje estrella, regresaba un equipo histórico y el balance fue aterrador en las tres temporadas que duró la unión: 17º con 11 puntos en 2015, 10º con 54 puntos en 2016 y 15º con 17 puntos en 2017. No pasó del 5º puesto (Hungría 2015, Mónaco y Austin 2016) y coleccionó 18 abandonos.
Con la implicación de Newey han consolidado su estructura de gestión
El objetivo será intentar evitar un guion parecido al de la era híbrida. Allí Mercedes encontró el concepto y dominó hasta sumar ocho títulos mundiales (siete de Lewis Hamilton y uno de Nico Rosberg). Además, los equipos a los que motorizaba (como aquel Williams de Bottas y Massa) eran los siguientes más rápidos en la parrilla. Llegó a tal punto que Mercedes terminó desvelando parte de sus conceptos para que las demás fábricas pudiesen pelear de algún modo. Ese motor revolucionario, por cierto, fue una obra de Andy Cowell. Ha entrado en Aston Martin y estará al frente del proyecto de 2026 con Newey y Honda…