“Elegimos a Márquez por algo más: ‘Quizás tenga esa chispa extra’”

Claudio Domenicali, CEO de Ducati, rememora en DAZN los inicios de la marca en la competición y reconoce que el paso de Rossi por el box rojo “fue una gran decepción”.

Marc Márquez durante su primera toma de contacto con la Ducati oficial de MotoGP.

Ducati no siempre fue la marca dominadora y, de hecho, sus inicios fueron duros. Comenzar con un proyecto siempre es complicado, y más si el objetivo es tratar de ganar en la máxima categoría de un Mundial. Desde una pequeña fábrica en Borgo Panigale a ser un gigante en el sector del motociclismo que, además, lleva imponiendo su supremacía en MotoGP desde hace ya unos cuantos años. En la temporada en la que han conseguido su sexta corona, quinta consecutiva, los italianos repasan lo que ha sido su historia en el mundo de la competición, la cual, se remonta hasta la década de los 90, cuando se aventuraron a comenzar en Superbikes, usando esas carreras como pruebas para todo lo que podría venir más tarde, incluyendo los productos de calle que podrían a la venta. Y les fue bien: dominaron la categoría de las motos de serie, fueron ganando terreno en el mercado y acabaron entrando en MotoGP. Y lo hicieron a lo grande.

Su aterrizaje en el Mundial se hizo realidad en el 2003. Ducati aprovechó la nueva era de MotoGP para hacer su aparición, con un cambio significativo en las motos que ya les pusieron en el mapa desde el primer día. Entraron a lo grande, amenazando a sus rivales porque, en su primer gran premio, ya se hicieron con su primer podio en la máxima categoría del motociclismo. Así lo recordaba Claudio Domenicali, CEO de la marca italiana, en el documental de DAZNLa Vida en Rojo“El debut fue extraordinario porque nuestro primer podio llegó en la primera carrera, en Suzuka. Nuestra primera pole position llegó después de sólo tres carreras, en Jerez. Y la primera carrera que ganamos fue en Barcelona, tras sólo seis carreras”. Y desde entonces se supo que Ducati iba a formar parte de la historia de MotoGP. Y es que, desde entonces, sus logros no han dejado de crecer como la espuma.

Llegaron muchas victorias, muchos podios… pero su primer Mundial de MotoGP se resistió hasta 2007. Fue la culminación a un trabajo de muchos años, a mucho esfuerzo, gracias a un Casey Stoner que supo plantarle cara a los gigantes japoneses (Yamaha, Suzuki y Honda) que venían dominando la competición desde hacía décadas. El australiano pasó a ser leyenda de la marca italiana y, aunque su personalidad tan particular hizo que el trabajo no fuera sencillo en algunas ocasiones, Domenicali le recuerda como “uno de los talentos más cristalinos” que ha pasado por el garaje rojo de Ducati. “Ese año fue extraordinario, no solo para nosotros, sino para todos los ducatistas”, recordaba el dirigente de la marca, que esa campaña sumó once victorias (diez de Stoner y una de Capirossi) y otros siete podios (cuatro del australiano y tres del italiano).

Y, a partir de entonces, su historia se torció. Ducati conoció la gloria para encabezar unos años complicados dada la falta de resultados. Los más difíciles coincidieron con la llegada de Valentino Rossi al box rojo. Entonces, entre 2011 y 2012, los de Borgo Panigale cumplían el sueño de tener a un campeón italiano en una moto italiana… aunque la cosa no cuajó. Il Dottore no acabó de entender el prototipo, no se adaptó a él y se fue de vuelta a Yamaha tras dos años en blanco, sin victorias ni podios. “Con Valentino hubo muchos cambios técnicos y tampoco estuvieron hechos con la disciplina necesaria. Fue una gran decepción”, admitía Domenicali en el documental, confesando también que la entrada de un ingeniero como Gigi Dall’Igna fue la salvación para la marca. O, al menos, el punto de inflexión para volver a lo más alto. Y el cambio no tardó en notarse, porque Andrea Dovizioso pudo plantar cara a Marc Márquez en varias ocasiones, aunque acabó siendo subcampeón del mundo durante tres años consecutivos. Pero al menos los podios y las victorias eran constantes.

Un nuevo ‘Dream Team’

Y aunque la pandemia trajo consigo un pequeño bajón para la marca, lo que provocó también la salida de Andrea Dovizioso, supieron reponerse con rapidez. Pecco Bagnaia pasó a ser el referencia del box oficial y, después de quince largos años, alguien pudo darle de nuevo un título del mundo a Ducati. Y lo más importante de todo: esta vez sí pudo ser con un italiano. Un piloto italiano en una moto italiana para desatar la locura en su país. Ganaron con Bagnaia en 2022, repitieron en 2023 y, aunque esta temporada han estado cerca, el premio gordo se lo llevó Jorge Martín. Piloto de la marca también, aunque del equipo satélite y, además, un talento que pierden de cara a esta nueva campaña porque el español se llevará el número uno a Aprilia.

Se decantaron por fichar a un ocho veces campeón del mundo y sabían que eso traería sus consecuencias. “La alternativa más directa era Jorge Martín, que es otro piloto muy fuerte. Finalmente, elegimos a Marc Márquez porque creemos que, quizás, tiene un poco más. El tiempo dirá si hemos hecho la elección correcta”, indicaba Domenicali, quien apuesta todo a un Márquez que ha terminado tercero el Mundial en su primer año con la marca y con una GP23 del equipo Gresini que estaba muy por atrás de las motos oficiales. Con una alineación de pilotos que suma hasta once campeonatos de MotoGP, el dirigente italiano aspira a todo. Y no se harán distinciones en el box: “Ambos son campeones y ambos quieren ganar. Al final, ganará el mejor, creo que es lo mejor”.

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