Tras lo visto en Australia se puede establecer un primer análisis de lo que puede deparar 2025 para ambos. El podio no es imposible

Alonso, en el GP de Australia.
Es cierto que Australia fue una carrera caótica, con agua intermitente, muchos incidentes y una clasificación final en la que faltaban varios de los coches favoritos en los primeros puestos por salidas de pista. El quinto puesto de Alex Albon y el sexto se Lance Stroll son engañosos por completo, más el segundo que el primero, que mantuvo detrás a Hamilton buena parte de la carrera sin dejarle ni enseñarle el morro.
Esa es una de las primeras cuestiones, que Williams mostró un ritmo en carrera que no se esperaba, quizá potenciado por los intermedios y lo complicado de la pista, que tenía un carril estrecho de seco y no permitía a los perseguidores salir a la zona mojada sin sufrir un percance.
El doble abandono de los españoles, con Sainz fuera por una entrega masiva de potencia que no esperaba (con el mapa motor de coche de seguridad) en la primera vuelta, y de Alonso, por un montón de gravilla en la pista que hizo saltar su coche, fue el peor de los inicios para ambos. De haber acabado la prueba, Carlos hubiera podido estar entre cuarto y sexto, y Fernando, entre quinto y sexto, que es donde terminó su compañero.
¿Serán esas las posiciones a las que puedan aspirar?
Es la pregunta que se hacen los aficionados españoles, si lo visto en Australia en cuanto a potencial de sus respectivos monoplazas se puede volver a repetir en otros circuitos. En China no es muy probable, pues ambos coches sufren en curva rápida, pero en otras pistas, si habrá posibilidad de lucimiento, sobre todo para Williams.
El FW47 es un coche muy rápido en calificación, pues puede calentar las gomas con celeridad, algo fundamental en muchas pistas. En lugares de no muy alta carga debería ser un buen coche y cuando Sainz vaya teniendo experiencia a la hora de reglar el coche y le haya cogido el truco al motor Mercedes, debería estar en posición de aspirar a algunos podios a los largo del año. Tendrá un coche de Q3 y con ciertas opciones de desbancar a algún equipo grande, como hizo Albon en Albert Park, más de una vez.

Sainz, en la parrilla del GP de Australia.
Para Alonso no será sencillo estar en esos puestos. “Va a ser un momento de poner algo extra en calificación y en carrera”, dijo el asturiano en Melbourne. Es consciente de las limitaciones del AMR25, empezando por China, aunque él es capaz de poner a veces lo que le falta al coche para entrar entre los 10 mejores de la calificación y luego en carrera hacer pequeños hitos que parecen imposibles.
Por ejemplo, en la vuelta 33 de Australia fue el segundo mejor tiempo, sólo superado por Oscar Piastri de todo el grupo. Era el momento en el que decidió apretar, con la mala suerte de que Gasly metió un cubo de gravilla en la curva 6 que el cogió detrás, lo que le hizo perder el control. Eso no va a suceder todos los días.
Otro dato que habla del ritmo al que iba Alonso es que fue el segundo piloto que más le sacó a su compañero en cuanto a ritmo de carrera. Max casi dos segundos a Liam Lawson, 1,7, mientras que Fernando era 0,6 segundos de media más rápido que Stroll en las vueltas en las que estuvo en carrera, hasta la 34 de 58.

Comparativa de ritmo de carrera entre compañeros de equipo en Australia
A partir de Imola, o quizá Barcelona, tanto Williams como Aston tendrán su gran evolución del año, y será hora de revisar si pueden aspirar a más o se quedarán en el sitio donde están. Ahora mismo, objetivos modestos, pero con opciones de brillar en ciertos circuitos, sobre todo para Sainz, más que para Fernando, sin descartar un posible podio para ambos si se dan las circunstancias.