El español falleció a la edad de 63 años en Barcelona
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El mundo del tenis recuerda estos días a Juan Aguilera, que falleció este martes a la edad de 63 años en Barcelona, su ciudad natal.
Aguilera, que se hizo profesional después de conquistar el Campeonato de España Júnior en la temporada 1980, sumó 5 títulos ATP Tour y alcanzó el No. 7 del PIF ATP Rankings en 1984. El español se retiró en 1991, y pudo disfrutar en plenitud de dos de sus grandes pasiones: la literatura y el rock and roll.
Aguilera dio sus primeros pasos en el Club Tennis de la Salud, en Barcelona. Admirando el juego de dos grandes leyendas españolas, como Manuel Orantes, Pepe Higueras y Fernando Luna, Aguilera dejó el tenis entre los 15 y los 16 años para centrarse en la música. De hecho, durante parte de la década de los 80, tocó la guitarra y la batería con su banda de rock, Palo.
Aguilera destacó por su facilidad para jugar al tenis, exhibiendo una elegancia increíble dentro de una pista de tenis. Propietario de un maravilloso revés a una mano, pronto llamó la atención de los técnicos, que le consideraron como uno de los talentos más grandes del panorama nacional.
No estaban faltos de razón todos aquellos que vieron las enormes capacidades de Aguilera, que logró la mayor victoria de su carrera cuando derrotó a Boris Becker, por aquel entonces No. 3 del mundo en Hamburgo en 1990 por 6-1, 6-0, 7-6, recién inaugurada la categoría de los ATP Masters 1000.
Para llegar a ese partido por el título, Aguilera dejó fuera del torneo a rivales como Goran Ivanisevic, Michael Chang, Jim Courier, Magnus Gustafsson y Guy Forget. Aguilera, que no tenía pensado disputar el torneo porque debía disputar la fase previa, se vio beneficiado de la baja de dos jugadores y accedió directamente al cuadro principal, empezando la mejor semana de su vida.
“He jugado el mejor partido de mi vida”, dijo Aguilera tras derrotar a Becker en una final marcada por la lluvia, que se interrumpió durante más de una hora cuando el español dominaba 6-1, 5-0. A la vuelta de vestuarios, Aguilera remató la victoria y se coronó campeón en la ciudad alemana ante el ídolo del momento.
El español, que ya había conquistado Hamburgo en 1984 (aunque todavía no era de categoría ATP Masters 1000 dejó fuera de combate a rivales de la talla de Yannick Noah y Guillermo Vilas), optó por dedicarse a la formación una vez retirado. Y eso fue lo que hizo: en una escuela de e Premià de Dalt se dedicó a enseñar a los niños las cosas que había aprendido a lo largo de su carrera profesional.
Además de todas las muestras de cariño recibidas por la familia, Rafael Nadal, campeón de 22 títulos de Grand Slam, quiso recordar a Aguilera el martes por la tarde en su cuenta de X: “Mi más sinceras condolencias a la familia y amigos de Juan Aguilera, un gran referente de nuestro deporte, al que echaremos mucho de menos. Descansa en Paz”.
“Se nos va mucho talento en la pista y fuera de ella. Joan era especial en todos los sentidos. Sensible. Detallista. Astuto. Impulsivo. Talentoso. Y por encima de todo un corazón demasiado grande para este mundo”, dijo Tomás Carbonell, que llegó a ser el No. 40 del mundo y coincidió con Aguilera, en la misma red social.
Juan Aguilera tendrá un lugar especial en la memoria de todos los aficionados.