La catalana se quejó de la espalda en el 4-3 del segunfo set ante la australiana Saville
Badosa, en el momento de abandonar con Daria Saville.
Paula Badosa no ha podido terminar su partido de cuartos de final del WTA 500 de Mérida ante la australiana Daria Saville. Después de dominar cómodamente el primer set por 6-1, la catalana se quejó de la espalda en el 4-3 de la continuación. La fractura de estrés en la vértebra L4/L5 sigue en la memoria.
Fue atendida en los vestuarios y tras perder el siguiente juego dijo basta. Se marchó de la pista visiblemente emocionada y tapándose el rostro con la visera. A la vuelta de la esquina está el WTA 1000 de Indian Wells (5 al 16 de marzo). Cabe recordar que Paula ganó en el Valle de Coachela en la edición de 2021.
Badosa suma así la retirada número 35 de su carrera y la primera del presente curso. Saville pasa a semifinales del certamen mexicano y se cruzará con la colombiana Emiliana Arango, la 133 de las listas. La otra semifinal la protagonizarán Emma Navarro y Elina Avanesyan.
Para encontrar la última vez que la pupila de Pol Toledo no había podido completar un partido había que remontarse a la semifinal de Ningbo el pasado mes de octubre. Puso entonces punto y final a la campaña.
La tenista de Begur, que regresará el lunes al ‘top10’ mundial, está anunciada en la Einsehower Cup (4 de marzo),, una exhibición previa a Indian Wells, junto a su pareja Stefanos Tsitsipas. El griego juega este sábado la final del ATP de Dubái. Como una de las 32 cabezas de serie del cuadro del WTA 1000, estará exenta de la ronda inicial por lo que su debut no sería hasta el viernes 7 o el sábado 8 de marzo.
Las inyecciones de cortisona
Precisamente hace un año, tras su paso por el desierto californiano, la mejor tenista española confesaba que los médicos de Indian Wells le había informado de la necesidad de utilizar inyecciones de cortisona para seguir jugando al tenis: “He estado sufriendo mucho con la lesión de espalda porque es crónica. Estoy haciendo todo lo que está en mi mano. Dolor cero es muy difícil, pero lo estoy llevando lo mejor posible. Si me permite entrar a la pista y competir ya he ganado. Si tengo que hacerme este tratamiento lo haré para alargar mi carrera lo máximo posible”.
El punto de inflexión para ella fue una primera infiltración a la conclusión del WTA 1000 de Roma. Su cuerpo respondió y, desde entonces, ha podido jugar con relativa normalidad.