El español aterriza en Jeddah tras un fin de semana positivo que terminó con malas noticias en Bahréin. Buscará aumentar su balance de puntos
MARCA reconoce el trazado árabe en el que la F1 llega a su quinta cita del campeonato.
El Gran Premio de Arabia Saudí, quinta cita de la temporada 2025 y última del triplete que partió de Suzuka y Sakhir, presenta una peculiaridad clara para pilotos como Carlos Sainz. El total de puntos en el campeonato no equivale al progreso, trabajo e incluso la suerte. Más para el español, que perdió una oportunidad en Bahréin tras ser víctima del ‘cohete’ tierra-aire de Yuki Tsunoda que reventó el pontón lateral del Williams. Solo suma un punto, pero enfoca con ilusión lo que ocurrirá en el Jeddah Corniche Circuit.
Sainz, en el podio de Arabia 2022.
Será una cita especial del madrileño. Allí se subió al podio (3º) en 2022 y faltó en 2024 tras una historia rocambolesca que terminó en victoria en Melbourne. Vuelve con pasos dados al frente, buscando romper su inicio más complicado en la Fórmula 1. Solo comparable al curso del estreno (2015) que abrió con un 9º y 8º o el de 2019 con McLaren que arregló a partir de Bakú y Montmeló. Pero es un peaje a pasar, y Sainz ha visto el salto de calidad. “Por primera vez nos acercamos al máximo del coche en ritmo y a una vuelta. Aunque todavía tenemos ajustes que tomar tanto en conducción como ajustes del coche”, explicó a los medios desplazados a suelo saudita.
Sainz se colocó 8º en parrilla, iba 6º tras la primera vuelta y mostró un salto claro. Eso sí, también conoce qué le falta al Williams. “El coche tiene un problema de equilibrio subyacente que tratamos de eliminar con todo el enfoque”, reconoció. Es un mal habitual de la F1. Lo padeció muchísimo Mercedes en 2024, y se focaliza en ese balance del coche en el grip entre la parte frontal y trasera.
El coche tiene un problema de equilibrio subyacente
Parece un ‘mal endémico’ del Williams. El coche ha mejorado mucho respecto a 2024, pero tiene ese punto en contra. “Es obvio y quizá para mí es un problema nuevo, pero debemos entender cómo ajustarlo”, añadió Sainz. En Bahréin fue mucho mejor que Albon, un veterano con la configuración del coche británico, y en el equipo no dejan de reconocer las capacidades del español.
Sainz, en Bahréin.
Están focalizadas en ese ajuste necesario para dar otro salto en una zona media salvaje. Están bien emplazados, pero todos mejorarán. Algunos como Haas ya lo hicieron después del desastre de Australia. Otros, como Alpine, en Bahréin. Y, por ejemplo, Racing Bulls ya ha confirmado que revolucionará su coche en Ímola, su cita de casa. Pero sí Williams da con la tecla, buenas noticias…
“Si lo conseguimos solucionar, hay mucho potencial en este coche y en este equipo”, explicó Sainz.El español ahí sí que desata su ilusión. “Debemos entender qué lo provoca y en qué parte del coche se focaliza, pero estoy 100% seguro que podremos dar un paso adelante si lo encontramos”, concretó. Ahí reside también parte de su magia como piloto, el poder trasladar sus sensaciones con detalle al máximo.
Williams driver Carlos Sainz of Spain in action during the the Formula One Bahrain Grand Prix, in Sakhir, Sunday, April 13, 2025. (AP Photo/Altaf Qadri)
Algo que siempre he dejado claro es que aunque no progresemos demasiado el coche, sí que trabajamos como si fuésemos a hacerlo
El coche sería mejor y también el del futuro, algo que condiciona a todo el mundo. “Algo que siempre he dejado claro es que aunque no progresemos demasiado el coche, sí que trabajamos como si fuésemos a hacerlo. Somos un grupo que trabaja entendiendo fortalezas y debilidades, tratando de comprender lo qué pasa y poder aplicarlo”, cerró en el caluroso inicio de tarde en Jeddah.