La catalana, que temió por su carrera hace un año, no jugaba cuatro eventos en semanas consecutivas desde 2020

Badosa se lamenta en un partido.
Los fantasmas del pasado revolotean por la cabeza de Paula Badosa, obligada por segundo año consecutivo a renunciar al WTA 1000 de Indian Wells por la espalda. Cuando parecía que la fractura de estrés en las vértebras L4 y L5 parecía olvidada o, por lo menos, controlada, la tenista de Begur notó algo en la zona en el reciente partido de cuartos de final de Mérida con Daria Saville.
Fue hace apenas ocho días. Abandonó en mitad del partido -la trigésimo quinta retirada de su carrera- con el objetivo de llegar a Indian Wells, evento especial para ella porque es el trofeo de mayor entidad que levantó, en la edición de 2021.
Las luces de alarma se dispararon el martes cuando Badosa no fue capaz tan siquiera de saltar a jugar un partido al mejor de 10 puntos en la exhibición bautizada con el nombre de Einsenhower Cup. Dos días más tarde, a pesar de estar en el cuadro y saber que su primera rival iba a ser la local Caroline Dolehide, Paula dio un paso al lado.
“Siento tener que retirarme de uno de mis torneos favoritos. Lo he intentado todo para jugar y estoy muy triste. Espero volver el año que viene”, manifestaba la pupila de Pol Toledo.
Su siguiente objetivo será el Miami Open (18 al 30 de marzo). Ha sido llegar a Indian Wells y Paula a vuelto a revivir una pesadilla que le hizo plantearse la retirada. Y es que hace apenas una campaña, en el mismo certamen, los médicos le diagnosticaron inyecciones de cortisona como única solución para sus dolores de espalda.
“No estaba encontrando soluciones”, recuerda. Apostó entonces por recuperar al equipo que la había conducido a la élite del deporte de la raqueta. Contrató de nuevo a David Antona como preparador físico para volver a reconstruir su cuerpo y a Dani De la Serna como psicólogo y nutricionista.
La número 1 española se hizo una infiltración en el WTA de Roma, después de la última edición del Mutua Madrid Open, y no había habido una recaída hasta la semana pasada en Mérida.
El cuerpo de Badosa ha mandado señales negativas después de que la tenista haya disputado cuatro torneos en cuatro semanas consecutivas.
La tenista estuvo, sin descanso, en toda la gira por el Golfo Pérsico, Abu Dabi, Doha y Dubái, y prolongó su actividad en México, lo que supuso un largo viaje. No jugaba cuatro torneos seguidos desde el inicio de 2020, cuando participó en Auckland, el Open de Australia y dos eventos menores, de categoría ITF, en Burne y Launceston, para cerrar su periplo por las Antípodas.
Difícil caer del ‘top10’
Paula, que sólo defiende 35 puntos en la gira americana de dura -ganó un partido a Simona Halep en Miami-, se maneja con la tranquilidad de que es complicado que la aparten del top10 mundial. Cuando estaba en la rampa de salida para tutear de nuevo a las mejores, la espalda la volvió a frenar.