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No cabe duda de que el tenis masculino ha cambiado mucho en los últimos años. El ascenso de jóvenes campeones como Jannik Sinner y Carlos Alcaraz – ambos capaces de lanzar con una fuerza brutal desde la línea de fondo – ha obligado a todos los demás jugadores a adaptarse.
Su tenis funciona a la perfección también debido a la ralentización progresiva de las pelotas y las superficies y no es casualidad que el italiano y el español hayan ganado los últimos cinco torneos del Grand Slam disputados. En los últimos doce meses, el de Sesto Pusteria, de 23 años, ha triunfado en las pistas duras de Melbourne Park (dos veces) y en el US Open, mientras que el murciano de 21 años se convirtió en el jugador más joven de la historia en ganar Roland Garros y Wimbledon en la misma temporada.
El joven talento brasileño Joao Fonseca – que ha tenido un ascenso impresionante en los últimos meses – también tiene un estilo muy similar al de Sinner y Alcaraz.
El brasileño de 18 años ya ha ganado su primer título en Buenos Aires y parece que va a competir por hacerse con los trofeos más importantes en unos años.
De Minaur tuvo que cambiar su juego

Entre los jugadores que han tenido que adaptarse a esta nueva realidad, sin duda está Alex de Minaur. El as australiano está atravesando quizás el mejor momento de su carrera, habiendo tenido la capacidad de modificar su juego para hacerlo efectivo en estas condiciones.
Alex nunca ha derrotado ni a Sinner ni a Alcaraz todavía, pero es uno de los jugadores más consistentes del circuito ATP y su posición en el ranking ATP lo certifica.
En una reciente entrevista, explicó cuánto ha cambiado el tenis en los últimos años: “Antes había un jugador como Rafa Nadal, que jugaba con un top spin loco y sus golpes eran muy fuertes. Su bola era diferente a la de todos los demás jugadores, pero tenías tiempo para hacer estrategias contra él. Había más peloteos largos, más ángulos diferentes y el juego se jugaba de otra manera.
Lo único importante ahora es golpear la bola lo más violentamente posible y tuve que adaptarme para no morir”.