El italiano, a semifinales de Wimbledon
Novak Djokovic celebra ante Shelton.
Todos los fantasmas que habían rodeado a Jannik Sinner en los últimos días, desaparecieron de golpe. El italiano, número uno del mundo, destrozó a Ben Shelton (7-6 (7), 6-4 y 6-4) en algo menos de dos horas y media para meterse en semifinales de Wimbledon 2025. Recuperó su mejor versión cuando muchos lo daban por desahuciado y vuelve a plantar sobre la mesa sus opciones de coronarse por primera vez en All England Club.
La previa del partido no podía haber sido más atípica. De la lesión de Dimitrov y la ‘vida extra’ de Sinner en cuartos a la posible lesión en el codo del italiano, con resonancia magnética por medio y entrenamiento en Aorangi cancelado, pasando a las pistas ‘indoor’. Shelton, mientras, había podido entrenar con Alcaraz el día de antes, momentos previos al partido del murciano ante Norrie.
Pero el de San Candido, parecía, llegaba recuperado. Y aunque salió a pista con una malla compresora cubriendo todo su brazo derecho, tenía los precedentes de su lado. Cinco triunfos consecutivos ante Shelton; uno de los mismos, en octavos de Wimbledon en 2024. Sinner aspiraba a hacer historia convirtiéndose en el primer jugador italiano en alcanzar las semifinales en el All England en más de una ocasión.
Jannik Sinner, durante el partido ante Shelton.
Y el partido arrancó con un Sinner intratable. Si le quedaban algunas molestias del golpe en el codo, las cumuflaba increíblemente bien. Brillante al saque y combativo al resto el número uno del mundo; Shelton, sin embargo, se defendía con la confianza del que solamente ha cedido un set en todo el torneo. Y ambos, con este contexto, estaban dibujando un partido precioso.
Se vislumbraba, sin embargo, una tendencia. Una posible fisura en Shelton. Con Sinner ganando 24 de 25 puntos al servicio, una barbaridad… el estadounidense sufría cuando su primero no entraba. Apenas un 35% de ganancia con el segundo. Y así, con esos números, se llegó al ‘tie-break’, tras 45 minutos. No fallaron. Sinner se impuso cerrando el set con un dato brutal: un error no forzado en un set a 13 juegos más ‘tie-break’ y levantando el 0-2 inicial del desempate. Había recuperado toda la confianza que parecía perdida ante Dimitrov.
Shelton se lamenta durante el partido.
El retorno del mejor Sinner también quedó comprobado cuando entró el apuro. En el primer juego de la segunda manga, el italiano levantó un 15-40 y dos bolas de ‘break’ con cuatro puntos al hilo. El Sinner abrumador estaba de vuelta. Y el set volvió a un punto que recordó al anterior: nadie rompía. Hasta que Sinner, claro, sí lo hizo. Justo a tiempo para poner el 2-0 al resto. Cuatro puntos consecutivos, levantando un 30-0 pese a los ‘saquetazos’ a 225 km/h de Shelton. Solamente siete errores no forzados… en dos sets. Inevitable.
Un guión que se repitió en el tercero y definitivo. Sinner no concedía al servicio y estaba acertadísimo en la toma de decisiones; Shelton, en cambio, que por momentos cuajó un buen partido y parecía poder sorprender al italiano, se desmoronó. 37 errores no forzados lo condenaron. Con esas cifras, nada que hacer ante el número uno del mundo.
Menos de dos horas y media necesitó Jannik Sinner para dejar atrás el mal partido ante Dimitrov y sellar sus segundas semifinales en Wimbledon. Llegará, además, con más descanso que su rival. Y es que mientras él celebraba, continuaba la batalla entre su compatriota Cobolli y Novak Djokovic. El viernes buscará su primera final en Londres.
