En un momento que ha sacudido al mundo deportivo y generado un intenso debate social, la estrella de la WNBA, Brittney Griner, lanzó una advertencia sorprendente: si continúa la presión, las críticas y el hostigamiento, podría dejar Estados Unidos para siempre… y hasta mencionó a Rusia como posible destino.

Las declaraciones, realizadas durante una entrevista reciente, encendieron una tormenta de reacciones. Mientras algunos interpretan sus palabras como un grito de auxilio, otros las ven como un acto de desafío.
“Si esto sigue así… tal vez estaría mejor en Rusia”, habría dicho Griner, haciendo referencia no solo a sus luchas personales, sino también al intenso escrutinio público que ha enfrentado desde su regreso tras ser detenida en Rusia en 2022.

Una tormenta personal y política

Griner pasó meses detenida en Rusia por cargos relacionados con drogas antes de ser liberada en un polémico intercambio de prisioneros. Desde su regreso a la WNBA, ha sido una figura polarizante: mientras unos la admiran por su resiliencia y activismo, otros critican sus posturas sobre temas nacionales, protestas durante el himno y su reincorporación al baloncesto profesional.

Pero esta última declaración podría ser la más polémica hasta ahora. El simple hecho de insinuar que consideraría volver al país donde estuvo encarcelada dejó a muchos fanáticos, expertos y atletas completamente desconcertados.

¿Qué hay detrás de este ultimátum?

Fuentes cercanas a la jugadora aseguran que Griner ha estado recibiendo una nueva ola de mensajes de odio y críticas públicas, especialmente luego de hablar abiertamente sobre temas sensibles como la justicia racial, los derechos LGBTQ+ y la desigualdad de género en el deporte.

“La gente no se da cuenta de cuánto te desgasta ser el blanco constante de ataques,” habría dicho Griner. “Estoy cansada de sentir que tengo que justificar mi existencia y mi derecho a competir.”

Su frustración parece haber llegado al límite. Tanto, que ahora contempla un futuro lejos del país al que representó en múltiples ocasiones y donde ganó medallas olímpicas de oro.

Reacciones encendidas

Las redes sociales no tardaron en explotar. Algunos la apoyaron, elogiando su valentía y honestidad, mientras que otros la acusaron de ser ingrata y de faltarle el respeto al país que luchó por su liberación.

Incluso los analistas deportivos están divididos. Algunos opinan que sus palabras reflejan el profundo desgaste emocional que muchos atletas viven en silencio. Otros, en cambio, advierten que este tipo de declaraciones pueden dañar la imagen del deporte femenino y alejar a los fanáticos.

¿Y ahora qué sigue para Griner?

Por ahora, Griner no ha anunciado ningún plan formal para abandonar la WNBA o el país. Sin embargo, su ultimátum deja ver el conflicto personal que vive: ser una figura pública en la intersección entre el deporte, la política y la identidad.

Ya sea que este momento marque un antes y un después en su carrera, o se convierta en una lección mediática, una cosa es segura: Brittney Griner ha reabierto una conversación nacional… y está lejos de terminar.