Lo que comenzó como una conversación privada a puerta cerrada podría convertirse en la iniciativa más transformadora en la historia del baloncesto.
Fuentes cercanas aseguran que las estrellas de la WNBA Caitlin Clark y Sophie Cunningham se reunieron recientemente de forma discreta con el ícono de la NBA Reggie Miller en un lugar privado de Indianápolis. Al principio, se pensó que era un simple encuentro entre colegas. Pero hoy, ese momento se reconoce como el nacimiento de una alianza que podría cambiarlo todo: una coalición decidida a derribar las barreras que por años han separado al básquetbol masculino y femenino.
🔥 De una idea de mentoría a un movimiento imparable
La reunión tenía como objetivo inicial diseñar un programa de mentoría que conectara a jugadoras y jugadores de la NBA y la WNBA con las nuevas generaciones. Pero conforme avanzaron las conversaciones, surgió algo más ambicioso: la creación de un think tank interligas, un laboratorio de ideas que no solo replantee cómo se juega o se comercializa el deporte, sino cómo se valora de forma equitativa.
“Ya basta de esperar a que las cosas cambien”, habría dicho Clark durante el encuentro. “Es momento de construir el cambio.”
Ese laboratorio ya tiene nombre: “Proyecto Elevate”. Reunirá a jugadoras, jugadores, entrenadores, directivos, psicólogos, estrategas de marketing y medios de ambas ligas. Su meta es clara: derribar las percepciones anticuadas del básquetbol femenino y crear un ecosistema compartido, donde las mujeres atletas ya no sean tratadas como una categoría aparte, sino como figuras centrales en la evolución del deporte.
🧠 ¿Qué es el Proyecto Elevate?
El Proyecto Elevate será el primer think tank de su tipo: un grupo estratégico de innovación deportiva, narrativa y transformación cultural. Entre sus objetivos están:
Desarrollar programas comunitarios conjuntos entre la NBA y la WNBA
Impulsar negociaciones colectivas de derechos de transmisión
Crear campañas publicitarias compartidas, con estrellas masculinas y femeninas en igualdad de protagonismo
Promover el acceso igualitario a instalaciones, patrocinios y recursos
Establecer una red formal de mentoría entre jugadores y jugadoras de ambas ligas
No se trata de un gesto simbólico. Se trata de un cambio estructural.
Y por eso mismo, Reggie Miller no dudó en unirse.
“He visto generaciones de mujeres jugar con el mismo corazón y talento que cualquier hombre al que enfrenté”, expresó Miller en privado. “Ya es hora de que el mundo deje de tratarlas como espectáculo secundario.”
💥 El momento perfecto
El lanzamiento del Proyecto Elevate llega justo cuando Caitlin Clark ya está provocando cambios sísmicos en la audiencia, las ventas y el interés global por la WNBA. Sophie Cunningham, reconocida por su liderazgo firme y su activismo fuera de la cancha, aporta una voz estratégica desde dentro de la liga.
Mientras tanto, la NBA —que durante años ha sido criticada por no apoyar con fuerza a su liga hermana— parece ahora dispuesta a poner todo su peso detrás de un nuevo modelo de éxito compartido.
Se rumora que Adam Silver ya fue informado del proyecto, y que hay diálogos en curso para sumar a grandes socios comerciales como Nike, Gatorade y Meta al plan de largo plazo de Elevate.
📣 ¿Y si este es el momento?
Durante décadas, fanáticos y jugadoras han hecho la misma pregunta:
“¿Cuándo se le va a dar el respeto que merece el básquetbol femenino?”
Quizá ahora la verdadera pregunta sea:
“¿Qué pasa cuando ese respeto ya no se pide, sino que se construye desde adentro?”
Con Clark, Cunningham y Miller liderando —y con el respaldo creciente de voces influyentes de ambas ligas— el Proyecto Elevate ya no es solo una idea.
Es una declaración.
Y por primera vez en mucho tiempo, el futuro del básquetbol ya no se ve dividido.
Se ve unido.
Se ve elevado.
Y, sobre todo… se ve imparable.