En un momento crudo y profundamente emocional que ha sacudido al mundo del deporte, la estrella de la WNBA Angel Reese rompió en llanto frente a los medios, revelando el dolor que ha acumulado por la falta de respeto que, según ella, ha recibido dentro y fuera de la cancha. Entre lágrimas, dijo cinco palabras que dejaron helados a sus fans:
“No me respetan, ¿por qué?”
Lo que siguió fue una confesión honesta y sin filtros sobre lo invisible que a veces se siente, sobre cómo entrega todo de sí misma y aún así es constantemente criticada, ignorada y menospreciada.
“No me respetan porque soy negra. Porque soy directa. Porque no encajo en su molde,” confesó con la voz quebrada. “Estoy cansada de fingir que no duele. Estoy cansada de darlo todo y que me sigan tratando como si no perteneciera aquí.”
La campeona universitaria de LSU y ahora figura emergente en la WNBA ha sido aplaudida por su actitud fuerte y su autenticidad, pero también ha sido blanco de críticas feroces. Mientras sus fans la admiran por su seguridad, muchos la han tachado de “arrogante” o “demasiado emocional”… etiquetas que rara vez se usan contra sus compañeras blancas que actúan igual.
Ahora, tras meses de soportar críticas, burlas veladas y lo que ella llama “barreras invisibles”, Angel está considerando seriamente dejar el deporte que tanto ama.
Su sinceridad ha provocado un intenso debate en redes sociales: algunos aplauden su valentía, otros la acusan de victimizarse. Pero lo que nadie puede negar es el peso emocional de sus palabras y la urgencia de reflexionar sobre el trato que reciben las mujeres negras en el deporte profesional.
Las redes estallaron con reacciones:
🗣️ “Angel Reese es el alma de la WNBA. Si ella se va, perdemos más que a una jugadora.”
🔥 “Dicen que aman a las mujeres fuertes… hasta que una mujer negra alza la voz.”
💔 “El simple hecho de que esté pensando en retirarse dice mucho de lo mal que está todo.”
Esto ya no es solo sobre basquetbol. Es sobre representación, salud mental y una liga que dice ser inclusiva… pero que tambalea cuando una de sus estrellas dice verdades incómodas.
Si Angel Reese realmente se retira, no será solo una pérdida para su equipo, será una señal de alerta para toda la WNBA:
El respeto no puede ser selectivo. La inclusión debe ser real.