Un nombre desapareció.
Una arena entera se quedó en silencio.
Ni una sola defensa de los medios.
Solo un momento de tensión insoportable… seguido del golpe más fuerte.
Angel Reese, una de las estrellas jóvenes más mediáticas y seguidas de la WNBA, fue declarada oficialmente la “peor jugadora” de la liga en una polémica votación pública. Como si eso no fuera suficiente, su nombre fue retirado de la lista para el Juego de Estrellas, provocando reacciones en cadena tanto dentro como fuera de la cancha.
Los fans estaban confundidos. Los comentaristas, en shock. Y las redes… ardiendo como nunca antes.
“¿Cómo pasó esto? ¿Por qué ella? ¿Quién está detrás de todo esto?”
En un momento que ya se está catalogando como uno de los más brutales en la historia mediática de la WNBA, la reputación de Angel Reese ha sido arrastrada por el lodo digital, y algunos temen que nunca logre recuperarse completamente.
¿Qué sucedió… antes de que se apagaran las luces?
Todo comenzó con una serie de críticas en línea hacia el rendimiento reciente de Reese. Pese a que ha sido una figura clave en el crecimiento del interés por el básquetbol femenino, su estilo provocador, su presencia constante en redes sociales y su actitud desafiante no han sido bien recibidos por todos.
Cuando se abrieron las votaciones para el Juego de Estrellas, una oleada de votos negativos y comentarios tóxicos la aplastó mediáticamente. Algunos lo llaman sabotaje. Otros, “consecuencias”.
El resultado: quedó fuera del All-Star Game y fue tendencia como la ‘jugadora menos deseada’ de la liga.
¿Y ahora qué?
Angel Reese aún no ha emitido una declaración oficial. Pero su silencio pesa más que cualquier palabra. ¿Se levantará de este golpe? ¿Responderá con grandeza o se hundirá aún más bajo el peso de las expectativas y la crítica?
Una cosa es segura: el internet puede crear ídolos… y también puede destruirlos en cuestión de segundos.