“Ella no necesita su aprobación. Acaba de ganar 50 millones… y alas. Literalmente.”
Lo que podría convertirse en el acuerdo más explosivo del deporte femenino en la última década acaba de sacudir los cimientos de la WNBA. La joven estrella Caitlin Clark firmó un contrato de 50 millones de dólares con Red Bull, y detrás de todo está una figura legendaria: Larry Bird.
Sí, el mítico exjugador de los Boston Celtics no solo fue testigo del ascenso meteórico de Clark —fue pieza clave en sellar este acuerdo que ya está generando tensión en los pasillos de la liga.
Y es que esto no fue aprobado por la WNBA. No fue negociado, ni suavizado, ni filtrado. Fue un movimiento directo, independiente y lleno de poder. Y algunos dentro de la liga… no están nada contentos.
🚨 Un movimiento que tomó por sorpresa a toda la WNBA
Red Bull, famosa por respaldar a atletas extremos, pilotos de Fórmula 1 y figuras globales, llevaba meses tras Caitlin Clark. Pero lo que realmente selló el trato fue la intervención directa de Larry Bird, quien ve en ella no solo a una estrella del básquetbol, sino a un fenómeno cultural sin precedentes.
“Ella es más grande que el juego,” habría dicho Bird a los ejecutivos de Red Bull durante una reunión privada.
“Y no está esperando a que la WNBA despierte.”
El contrato incluye un pago inicial millonario, participación en acciones y control total sobre su campaña personal, que arrancará con una edición especial de latas de Red Bull llamadas “Clark Wings”.
😡 Molestia y tensión detrás de cámaras
Mientras los fans celebran esta alianza como una victoria para el deporte femenino, dentro de la WNBA hay caras largas y frustración.
¿La razón? Caitlin firmó este acuerdo por fuera de la liga. No pidió permiso. No se alineó. Lo hizo a su manera. Y eso, en una liga que aún busca equilibrio entre control e innovación, es casi un sacrilegio.
Una fuente cercana a la directiva comentó:
“Hay una regla no escrita en la WNBA: no puedes opacar a la liga. Caitlin la rompió… con fuegos artificiales.”
Y ahora, muchas otras jugadoras jóvenes podrían seguir su ejemplo. Porque Clark acaba de demostrar que no necesitas esperar que el sistema te valide — tú puedes construir tu propio imperio.
💬 Los fans no se guardaron nada:
Las redes explotaron con mensajes como:
“Caitlin acaba de hacer más por la WNBA que media directiva en 10 años.”
“Larry Bird no solo fue un genio en la cancha. Es un genio en los negocios.”
“Si la liga intenta castigarla por esto, perderán a la única que los está manteniendo relevantes.”
Y tienen razón.
La WNBA ha luchado durante años con temas de visibilidad, salarios bajos y poca promoción. Pero este contrato —firmado sin intermediarios y con un respaldo histórico— podría marcar un antes y un después.
🏁 ¿Y ahora qué sigue?
¿Estrellas como Angel Reese, Paige Bueckers o JuJu Watkins seguirán el mismo camino?
¿La WNBA empezará a limitar los patrocinios externos?
¿O por fin se subirá al tren del cambio?
Lo único seguro es esto: Caitlin Clark no solo está cambiando el juego… está reescribiendo las reglas.
Y si Larry Bird está de su lado…
Buena suerte deteniéndola.