La tormenta estalló en la WNBA, y el epicentro está en Chicago. Lo que parecía una temporada complicada se ha convertido en un verdadero caos dentro del vestidor del Sky, y los fans están que arden.
Luego de semanas de tensión, derrotas frustrantes y rumores de mal ambiente, la situación explotó: Angel Reese y Kamilla Cardoso, las dos rookies más mediáticas del equipo, fueron enviadas a la banca de manera sorpresiva y humillante, justo después de que la entrenadora Teresa Weatherspoon explotara y calificara a su equipo como “el peor que ha dirigido”, según reportes filtrados.
La banca que sacudió a toda la liga
Todo ocurrió tras una dolorosa derrota. Fuentes cercanas aseguran que Weatherspoon tuvo un arrebato de furia en el vestidor, y poco después soltó declaraciones explosivas. “Este es el peor equipo que he entrenado en mi vida”, habría dicho a su staff. Horas más tarde, Reese y Cardoso no fueron titulares en el siguiente juego, desatando teorías, enojo y especulaciones en redes sociales y medios.
¿Castigo disciplinario? ¿Conflicto interno? ¿Juego de poder?
La verdad aún no se confirma, pero los rumores no paran de crecer. Hay quienes hablan de choques entre las jóvenes estrellas y jugadoras veteranas. Otros apuntan a desacuerdos con el cuerpo técnico, e incluso se especula que el carácter de Reese —siempre fuerte, frontal y segura— podría haber provocado fricciones con la entrenadora.
¿Víctimas o rebeldes?
Para muchos, lo que ocurrió fue una humillación pública injustificada. Angel Reese ha sido el centro de atención desde su llegada a la WNBA: polémica, carismática, poderosa y viral. Cardoso, aunque más reservada, también ha estado bajo la lupa. La banca súbita ha hecho que los fans cuestionen si se trata de un castigo con trasfondo personal.
De hecho, semanas antes, Reese había lanzado algunas indirectas en entrevistas, cuestionando rotaciones y decisiones tácticas. ¿Fue eso lo que desató la furia de la coach?
Para otros, se trata simplemente de una estrategia dura, pero necesaria. Un “jalón de orejas” para enderezar el rumbo. Pero si ese era el objetivo… la reacción del público parece indicar que el golpe se les fue de las manos.
Fans en modo furia
Las redes sociales ardieron tras el anuncio. Los mensajes de indignación no se hicieron esperar:
“¿Cómo esperan que las jugadoras den todo si su propia coach las destroza?”
“¡Angel Reese y Cardoso son el motivo por el que vemos al Sky! ¡Esto es una vergüenza!”
“Esto huele a celos, ego y falta total de liderazgo.”
Incluso figuras históricas de la WNBA ya han empezado a opinar. Algunas defienden a las jugadoras, otras respaldan la disciplina de la entrenadora. Pero algo es claro: el daño ya está hecho.
¿Y ahora qué?
El Chicago Sky está en una situación límite. Las próximas jornadas serán decisivas no solo en lo deportivo, sino en lo emocional. ¿Podrán Reese y Cardoso recuperarse de esta bofetada pública? ¿Weatherspoon logrará reconstruir la confianza del vestidor? ¿O estamos viendo el inicio del colapso total de una temporada que prometía ser histórica?
Lo que está pasando en Chicago ya no es un simple bache… es una crisis a punto de estallar.
Y todo el mundo está mirando.