El mundo del deporte está en llamas. En una opinión que se volvió viral y ha dividido por completo a los fans, la periodista Jemele Hill nombró a Angel Reese como la “Michael Jordan de la WNBA” — y no solo eso: afirmó que ya es mejor que Caitlin Clark.

“Angel es la indicada. No solo es el futuro de la liga, es el presente. Caitlin vende boletos, sí… pero Angel gana partidos, se adueña del escenario e inspira a toda una cultura,” dijo Hill en un podcast que de inmediato incendió las redes.

😱 Fans enloquecen: ¿Se pasó o solo dijo la verdad?

Las reacciones fueron inmediatas y explosivas. Los seguidores de Clark llenaron X (antes Twitter) con críticas, llamando a Hill “delirante” y “parcial”, mientras que los fans de Reese la defendieron con todo, diciendo que la campeona de LSU ha sido ignorada por mucho tiempo y que por fin está recibiendo el reconocimiento que merece.

“Angel es una fiera — si fuera hombre, ya la llamarían talento generacional sin pensarlo,” escribió un usuario.

“Clark está rompiendo récords y liderando a su equipo… esta opinión está fuera de lugar,” reclamó otro.

🧨 Una rivalidad que sube de nivel

La rivalidad entre Reese y Clark ya era intensa desde sus días en la NCAA, pero ahora que ambas están en la WNBA, los reflectores son más grandes — y la tensión también. Las palabras de Hill echaron más leña al fuego, convirtiendo esta historia competitiva en un punto de conflicto cultural.

¿Es solo un debate deportivo? ¿O refleja algo más profundo — raza, favoritismo mediático, carisma vs. números?

🏀 Las estadísticas no lo son todo

Es cierto que Caitlin Clark tiene mejores números en tiros y más seguidores en redes, pero Angel Reese ofrece algo que no se mide: actitud, presencia y un carisma imparable. Es líder, guerrera y una marca por sí sola. Y ahora, gracias al respaldo viral de Jemele Hill, también es el centro de atención.

👑 ¿La “Michael Jordan de la WNBA”?

La comparación es enorme — incluso algo arriesgada — pero dejó algo claro: Angel Reese ya no es solo una promesa. Es un fenómeno. La ames o la odies, no puedes ignorarla.