A pesar de tener 38 años y estar lejos de la competitividad de antaño, Novak Djokovic no quiere rendirse bajo ningún concepto y ya ha confesado que su gran objetivo es seguir compitiendo hasta los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
El ex número 1 del mundo ha demostrado que sigue siendo competitivo en los torneos de Grand Slam, donde consigue sacar algo más de provecho gracias a su gran motivación, y no es casualidad que haya llegado a semifinales tanto en el Abierto de Australia como en Roland Garros.
Casi nadie imaginaba que la leyenda serbia llegaría tan lejos en París, sobre todo teniendo en cuenta que había tenido una serie de actuaciones pésimas en sus primeros torneos sobre tierra batida (sobre todo en Montecarlo y Madrid).
El belgrado de 38 años levantó el trofeo número 100 de su extraordinaria carrera en Ginebra y esa confianza también le fue útil en la capital francesa, donde aprovechó un sorteo no especialmente difícil para alcanzar los cuartos de final sin perder un solo set.
Nole era considerado el favorito ante Alexander Zverev por un puesto en semifinales, pero una vez más demostró lo que significa ser una leyenda y se enfrentó al actual número 1 del mundo, Jannik Sinner, en el penúltimo acto.
El 24 veces campeón de Grand Slam también dio lo mejor de sí en semifinales y le creó problemas al as italiano, quien aun así se impuso en tres sets. Al final de ese partido, Novak confesó que podría haber sido su última aparición en Roland Garros como jugador profesional.
Nole sorprendió de nuevo
En una entrevista con ‘TNT Sports’, el excampeón estadounidense Jim Courier habló sobre el momento que atraviesa Djokovic: “Yo también diré esto: mi gran lección de este partido es que si veo su estado emocional así en Wimbledon y en el US Open, cuando juega un partido de esta magnitud contra un jugador de esta magnitud, y no está gruñendo, sino sonriendo. Sí, está de camino a la salida”.
El ex número 1 del mundo también añadió: «Es cierto que el tiempo lo mantiene invicto, pero eso no refleja su estado emocional cuando ha jugado su mejor tenis. Siempre busca ventajas en los ángulos y cosas que lo motiven. Sonreía en el combate. Ese es el modus operandi de Alcaraz. Ese nunca ha sido el de Novak».