Tras 50 capítulos llenos de drama, romance e intriga, la historia de amor de Amelia y Diogo de El precio de amarte llega esta noche a su final a las 10 p. m., hora del Este, por Univision. Antes, sus protagonistas, Scarlet Gruber y Marcus Ornellas, se confiesan con People en Español sobre su participación en esta historia y su relación de trabajo en esta entrevista única que no te puedes perder.
Ya habían trabajado juntos en 2021 en la telenovela Si nos dejan…
Scarlet: Éramos muy enemigos, yo le hacía la vida de cuadritos. Julieta Lugo era de armas tomar. Dentro ahí no inició la química porque ahí nos odiábamos mucho, pero yo creo que la química se da desde el respeto, desde el entendimiento que somos compañeros y cuando hay esa confianza se logran cosas muy bonitas porque se puede jugar en escena y eso es superimportante.
Marcus: Para mí es un agasajo trabajar con una mujer tan talentosa, tan generosa, tan buena compañera. Estoy feliz de haber compartido escena con Scarlet.
Mucha gente ve a Scarlet y dice ‘ay, es media mamona’, pero no, es muy linda, la adoro, es tipaza
Mezcalent
¿Cuál fue la primera impresión que tuvo el uno del otro al conocerse?
M: Que era una mujer muy seria, muy guapa, un poco distante tal vez. Ya después la conocí y vi que era, como decimos en México, una tipaza y gran compañera. Mucha gente la ve y dice ‘ay, es media mamona’, pero no, es muy linda, la adoro, es tipaza.
S: A mí me pareció supertalentoso, enfocado, como muy disciplinado y muy estructurado, como que llegaba y siempre repasábamos las líneas. Siempre nos sentábamos así 5 minutos ‘vamos a pasarla y vamos a pasarla’ y eso me parece superlindo que sea un actor generoso y que siempre esté al pendiente de los demás. Es muy dulce, muy noble y eso se agradece.
¿Quién era más probable que se riera grabando una escena en El precio de amarte?
¿Qué es lo que más admira el uno del otro?
M: Yo admiro mucho su disciplina, su talento, su buena actitud y su compañerismo. Es una gran compañera.
S: Yo también, yo admiro que es muy generoso, muy noble, muy disciplinado y muy talentoso.
Necesitaba una Amelia en mi vida, como que reconectarme conmigo porque sí nos parecemos mucho
— Scarlet Gruber
Mezcalent
¿Qué aprendieron de trabajar con Alejandra Barros?
S: La amo muchísimo. Es como muy seria pero cuando la conoces es un amor, como que en eso conectamos mucho Ale y yo. Creo que en personalidad nos parecemos mucho. También es una gran profesional, una gran actriz y me encanta que humaniza sus villanas porque es algo que a mí me encanta hacer: que las villanas no sean villanas y se queden ahí sino que hay un trasfondo, una manipulación, hay algo interno que quieres saber más.
M: Siempre me llevé bien con ella, pero hasta ahí. Ya después de varias escenas juntos y que empezamos a contarnos chistes –a ella le encantan los chistes–, como que ya conocí a otra Alejandra. Pero ya después de 2 o 3 semanas de grabación.
Si no hubieran interpretado a Diogo y a Amelia, ¿qué otro personaje de la historia les hubiera gustado interpretar?
S: A mí me gustó mucho Candy. Me parece un personaje superdivertido porque es un poco como coquetita, pero está divertido el personaje, me gusta.
M: En mi caso, personaje masculino el casi cura y personaje femenino yo creo que Perpetua. Me encanta Perpetua.
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Conformamos una gran familia y eso no siempre pasa y cuando pasa es mágico y esa magia pasó en este proyecto
— Marcus Ornellas
Mezcalent
¿Qué le agradecen hoy a Diogo y a Amelia?
S: A Amelia le agradezco que me haya brindado tanta paz en escena, tanta paz laboral, que yo me haya sentido tan en paz con ella porque es lo que buscaba en un personaje y lo necesitaba para que me regresara ese amor al arte que deseaba tener. Necesitaba una Amelia en mi vida, como que reconectarme conmigo porque sí nos parecemos mucho.
M: A mí, en mi caso, obviamente agradezco encontrarme en el camino con gente tan linda, tan generosa y no hablo solo de Scarlet, sino de todo el equipo también. Creo que conformamos una gran familia y eso no siempre pasa y cuando pasa es mágico y esa magia pasó en este proyecto. Y se extraña.