El equipo líder de la Fórmula 1 devolverá uno de sus colores clásicos a la parrilla

Así será el McLaren.
Los McLaren en el Gran Premio de Gran Bretaña no serán papaya. El color que tanto carisma y tan buenos resultados les dio en los últimos años será sustituido por un clásico, el plateado. Ese que les encumbró en el final de la década de los 90 y la primera parte de la Fórmula 1 actual, que venía dado por su alianza con Mercedes -llegó a tener parte importante de la propiedad-. Lo cambiaron cuando llegó Honda y ahora aparecerá para la cita más especial.
En Silverstone, cita muy vinculada a los de Woking, lo recuperan. “Somos muy conscientes de lo que tenemos que apretar para continuar en las primeras posiciones de campeonato”, dice Andrea Stella, jefe del equipo. Plateado y negro sus colores de guerra para buscar, de nuevo, dominar. Ocurrió en Austria, donde el equipo decidió separar a Norris y Piastri, mediante la parada del australiano que abrió unos cinco segundos de diferencia y que no se repita el drama de Canadá.
Todos los miran de cara a Silverstone. El estado es de felicidad, algo que demostraron en el día festivo previo en Londres o el lleno que presentará la grada de Lando Norris. Pero la carrera debería ser una guerra entre la clasificación y la primera curva. Allí se elegirá qué piloto es el líder y quién sale más reforzado del Gran Premio que marca el ecuador del campeonato.
Aunque parece una guerra de dos. “Pensar en algo más es irreal”, decía Max Verstappen. La alternativa clara, sí. Pero el accidente que provocó Antonelli le deja más lejos todavía y más tocado. Con un Red Bull que solo puede conducir él y que sin él estaría por debajo de los RB, el coche del equipo filial. Russell quizá es el cuarto en discordia, aunque necesita casi un milagro para reengancharse.

Norris y Piastri chocan.
McLaren, así las cosas, es el que dictaminará qué podría pasar en Silverstone. Que es un trazado en el que puede llover (la posibilidad es alta), suelen existir giros de guion (que se lo digan a Hamilton en 2024) y la guerra papaya o plata es la que marca la actualidad de la Fórmula 1.