Novak Djokovic ha decidido no participar en el Masters 1000 de Roma, una decisión que ha generado dudas sobre su situación actual y sobre su presencia en Roland Garros. En entrevistas recientes, la leyenda serbia había reiterado que el segundo Grand Slam de la temporada representaba uno de sus principales objetivos, pero sus decepcionantes resultados en Montecarlo y Madrid, sumados a la decisión de no participar en Roma, han suscitado algunas reflexiones.
Sin duda, la arcilla roja es la superficie más dura para Nole en esta etapa de su carrera, y su nivel en el Principado y la capital española ha sido realmente bajo para una leyenda de su calibre, sin olvidar que sufrió una lesión de rodilla en París el año pasado.
No sería una sorpresa sorprendente que el belgradense de 37 años optara por la suspensión en Roland Garros y ya comenzara a entrenar para el Campeonato de Wimbledon, donde también llegó a la final en 2024, a pesar de que su preparación se vio condicionada por esa cirugía de rodilla.
Nole está decidiendo su futuro.
El 24 veces campeón de Grand Slam, que busca alcanzar su último hito antes de despedirse del circuito profesional y comenzar una nueva etapa en su vida, podría seguir el ejemplo de otras dos leyendas como Ivan Lendl y Roger Federer.
Lendl se saltó Roland Garros en 1990 para llegar a Wimbledon en su mejor momento, siendo el único título importante que aún le faltaba. Esta decisión no tuvo éxito, ya que su carrera en Londres terminó contra Stefan Edberg en semifinales.
Federer tomó la misma decisión en 2017, uno de los mejores años de su carrera, y ganó en Church Road sin perder un solo set.
El excampeón suizo se impuso a Marin Cilic en una final dominada de principio a fin, condicionada por un problema físico que sufrió el croata en las horas previas al partido.
Dentro de poco, Djokovic tendrá que revelar sus intenciones al mundo.