El Test de Sepang mostró el paso adelante de Yamaha dado durante el invierno, hasta tal punto que Ducati la ve en estos momentos como su principal rival.

Todo el paddock señala a Yamaha como una de las principales ‘ganadoras’ del test de Sepang, o al menos como una de las marcas que puede dejar Malasia en un estado de felicidad y con permiso para soñar. Si bien el Shakedown que abrió la pretemporada ya auguraba buenas sensaciones para la casa de Iwata, el primer test colectivo de 2025 vino a confirmarlas de una manera clara, más allá de que sigue habiendo ‘peros’ y cosas a mejorar.

Fabio Quartararo actuó como el faro de la fábrica japonesa en Sepang, colándose todos los días en la parte delantera de la tabla de tiempos. Tras liderar el Shakedown después de dos días con un crono de 1:57.794, fue el más rápido del Día 1 del test colectivo con un 1:57.555, que posteriormente rebajó hasta el 1:57.324 en el Día 2 (segundo a 114 milésimas de Franco Morbidelli) y hasta el 1:56.724 en el Día 3 (tercero a 231 milésimas de Alex Márquez). Así, recortó en ocho décimas su mejor tiempo del Test de 2024 (1:57.525)

De esta forma, la M1 se mostró más competitiva a una vuelta, que ha sido su gran hándicap en los últimos años, entre otros motivos por una falta de agarre que sigue produciéndose, como el ‘Diablo’ reconoció en estos últimos días. Pero, de igual manera, tampoco hay que desdeñar el ritmo de carrera de la Yamaha. En la simulación de carrera al sprint del viernes, el corredor de Niza completó seis vueltas frente a las 10 de otros, pero se coló con el tercer mejor promedio (1:58.031) tras Alex Márquez (1:57.901) y Marc Márquez (1:57.926) y delante de Pecco Bagnaia (1:58.242).

Aunque en Yamaha son conscientes de que la cosa debería no ser tan fácil en las últimas pruebas de pretemporada, en Tailandia la próxima semana (12 y 13 de febrero), su actuación en Sepang ya ha servido para levantar algunas cejas. Especialmente, las de Ducati. Mientras en Borgo Panigale no terminan de decidirse sobre algunas partes de la nueva Desmosedici GP25 (de hecho, todo apunta a que usarán la base del motor de 2024), le han echado el ojo a la marca de los tres diapasones, tanto que ahora mismo la ven como su rival más cercano en la parrilla de la categoría reina.

Así lo confirmó Davide Tardozzi, team manager del equipo oficial, en declaraciones a ‘Sky Sport MotoGP’, la televisión italiana que retransmite el campeonato: “Diría que nuestro potencial es muy alto, también teniendo en cuenta lo que han hecho los pilotos de los equipos satélites, así que estamos convencidos de que seguimos teniendo una moto de muy buenas prestaciones. Dicho esto, es evidente que Yamaha ha sorprendido a todo el mundo, y creo que ha dado un gran salto adelante. Tienen un piloto formidable como Fabio Quartararo, así que ahora mismo les veo como nuestro rival”.

En palabras a la web de MotoGP, el italiano se explayó sobre el paso adelante de los nipones: “Sabía que iban a progresar, ¡pero no sabía que lo harían tan rápido! Conozco muy bien a Massimo Bartolini [director técnico de Yamaha y ex mano derecha de Dall’Igna en Ducati], estaba absolutamente seguro de que les iba a hacer dar un gran paso adelante. Seguro que, ahora mismo, Fabio es nuestro [principal] oponente”.

La mejora de Yamaha tampoco ha pasado desapercibida para los pilotos. Pecco Bagnaia venía avisando de que en este 2025 había que tenerles en cuenta tras su progresión en 2024, y también tuvo unas palabras para ellos en declaraciones a los medios, entre los que estaba Motorsport.com.

“Creo que podríamos tener un cambio en cuanto al primer perseguidor de la Ducati, pero tendremos que esperar hasta Tailandia, porque [Yamaha] ha tenido seis días de pruebas aquí. Pero es innegable que Fabio ha mostrado un gran ritmo de carrera. Luego, el ‘time attack’ era un punto débil suyo y en cambio hoy ha sido rápido”, finalizó alguien que conoce muy bien cómo es medirse a Yamaha, puesto que perdió el título ante Quartararo en 2021, pero se lo ganó en 2022 después de recortarle una desventaja superior a 90 puntos, justo cuando empezaba la segunda etapa de la crisis de la fábrica.