Desde que se retiró del tenis profesional en 2022, Roger Federer ha dedicado más tiempo a su familia, en particular a fomentar el interés de sus hijos por el tenis. Federer y su esposa, Mirka, son padres de dos pares de gemelos: Myla y Charlene, de 14 años, y Leo y Lenny, de 9 años.
Para apoyar su desarrollo, Federer ha inscrito a sus hijos en reconocidas academias de tenis. Sus hijas asistieron a la Academia John McEnroe en East Hampton, mientras que sus hijos pasaron un tiempo en la Academia Rafael Nadal en Mallorca. Federer también hace un esfuerzo consciente para entrenarlos personalmente, afirmando: “Cuando tengo tiempo, y trato de encontrar el tiempo, voy un poco a la cancha con ellos”. Reconoce la dinámica única de ser padre y entrenador, y señala: “Obviamente es una dinámica interesante, porque soy el padre, y no un ex jugador”.
A pesar de su estatus legendario, Federer enfatiza que no presiona a sus hijos para que se dediquen al tenis profesionalmente. Mencionó: “No, nunca presioné a mis hijos para que lo hicieran”. También observó que uno de sus hijos, Leo, está comenzando a tomar el tenis más en serio, mientras que Lenny tiene intereses diversos, incluido el dibujo y la lectura.
Federer, que equilibra su tiempo entre la familia y otros compromisos, valora la flexibilidad que le ofrece la jubilación. Disfruta de participar en las rutinas diarias de sus hijos y explorar nuevas actividades juntos, como el golf y el buceo. Este enfoque le permite compartir su pasión por el tenis sin imponerla, fomentando un entorno que apoya los intereses individuales de sus hijos.