Este miércoles 8 de enero ha tomado posesión de su cargo Carlos San Basilio, el nuevo presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en sustitución de Rodrigo Buenaventura, que desde el pasado 1 de enero ocupa el puesto de secretario general de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (Iosco).
Junto a él, Paloma Marín ha sido nombrada como vicepresidenta del supervisor español de los mercados, en relevo de Monserrat Martínez.
En el acto, al que han acudido numerosos cargos públicos y personalidades, dos cuestiones se han erigido como los principales retos de los que tendrá que ocuparse el nuevo equipo al frente de la CNMV. Reseñados tanto por San Basilio como por el ministro de Economía y Comercio Carlos Cuerpo, las líneas de actuación esenciales son la protección al inversor y la revitalización del mercado de valores.
El nuevo presidente de la CNMV se ha comprometido a seguir trabajando en la protección de los inversores, “especialmente, pero no sólo, de los minoristas”, según ha especificado. En este sentido, ha aludido al perfil conservador mayoritario del inversor español, y ha hecho hincapié en la importancia de seguir atrayendo a más inversores a productos con un mayor riesgo, aunque con prudencia y siempre de la mano de un marco regulatorio adecuado y de la educación financiera. “La experiencia nos ha enseñado los riesgos del exceso de confianza”, ha asegurado.
Con respecto a la revitalización del mercado de valores, lo ha definido como el objetivo primordial para contribuir crecimiento economia y ha reiterado su esfuerzo para “seguir contribuyendo a las condiciones necesarias para que el mercado de valores canalice las inversiones a empresas”.
Además de estas dos ideas, Carlos San Basilio ha mencionado otros tres compromisos a los que se mantendrá “fiel” durante los próximos seis años: facilitar los medios técnicos, profesionales y laborales necesarios a la plantilla de la CNMV para que puedan desempeñar su labor; compatibilizar la colaboración real con el resto de instituciones y organismos internacionales con la independencia del supervisor español, y la voluntad de escuchar a todos los intervinientes el mercado.
El ministro Carlos Cuerpo también ha destacado la financiación de las inversiones, que necesita un “refuerzo”, y la movilización de capitales primando la protección al inversor como los pilares de la acción de la CNMV.
Por su parte, Paloma Marín ha considerado “clave” que la CNMV apueste por la apertura y el acercamiento a la sociedad para “ganar en confianza y credibilidad”. También ha enfatizado la independencia y el rigor técnico de la institución en sus actuaciones.
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