La categoría reina vive uno de sus aniversarios más especiales en recuerdo del estreno de Silverstone en 1950

Salida de la F1 en Silverstone.
El 13 de mayo es una fecha grabada en letras de oro para la Fórmula 1, la gran categoría de los deportes de motor y una de las insignias de cualquier competición mundial. Es la marca en la historia en la que en 1950 todo comenzó y abrió un camino del que se celebra el 75 aniversario coincidiendo con el Gran Premio de Emilia Romagna, en el histórico ímola, y el inicio de la ‘gira europea’, la cuna de la competición. Todo empieza ahí. Y la categoría que un día estaba llena de peligros, aventuras y sueños sigue haciéndose mayor y más grande.

F1 en 1950.
Hay muchas frases que definen lo que es la Fórmula 1 a lo largo de su historia. Pero quizá el cine sea el que mejor explica cualquier situación. No hace falta irse a la nueva película de Brad Pitt, esa que llegará en verano. La gran pantalla lo puede explicar de otra forma. “25 pilotos inician cada temporada en Fórmula 1. Y año tras año, dos mueren. ¿Qué clase de persona tiene un trabajo así? No es la gente normal, seguro. Son los rebeldes, los lunáticos… o los soñadores. Gente desesperada por dejar huella y dispuesta a morir en el intento”, cuentan en ‘Rush’, quizá la película que mejor explica los valores del ‘Gran Circo’.
No es la gente normal, seguro. Son los rebeldes, los lunáticos… o los soñadores. Gente desesperada por dejar huella y dispuesta a morir en el intento
Esa expresión resume al encanto que empezó en 1950. Uno que no tiene nada que ver con la actualidad, donde las apuestas a largo plazo están en Miami, Las Vegas y ciudades repartidas por todo el globo. El blanco y negro empezó una locura que partió de un circuito de ocho curvas en el aeródromo RAF Silverstone, donde la Unidad de Entrenamiento Operacional Nº 17 de la Fuerza Área Británica tenía su base en plena II Guerra Mundial. Desde allí operaba el Vickers Wellington, un bombardero que fue de los primeros vehículos seleccionados para contestar a la Alemania Nazi tras su invasión de Polonia.
El tono mejoró años después. Las carreras ocuparon el lugar con los fardos de paja delimitando sus curvas. Y una pléyade de estrellas acudió a tal acontecimiento. Los primeros VIPs, aunque muy lejos de los que hoy en día inundan las parrillas de salida, son invitados por los equipos y articulan la base de circuitos como Miami o México. En los 50′ esos eran el Rey Jorge II, la Reina Isabel II o la Princesa Margarita. Que vieron con sus propios ojos al primer ganador de la historia, el italiano Nino Farina. Endosó, con su Alfa 158, 2,6 segundos a Luigi Farioli. Y allí todo cambió.

La parrilla de 1950, coloreada.
No era una Fórmula 1 como la actual. Las carreras existían, por supuesto. Pero en aquella parrilla de 21 pilotos -terminaron 11- se unieron figuras que sobresalían tras la II Guerra Mundial, como Louis Chiron. La sección de artillería le llamó a filas para ser su chófer durante el conflicto y después regresó. También habían marcas, con la italiana Alfa Romeo al comando, contando con las mejores soluciones, y estrenándose en Gran Bretaña. Ninguna, por cierto, era alemana. El motivo estaba claro.
La F1, más que la tragedia
Desde ese comienzo, un valor llamativo en la historia de la Fórmula 1 es la capacidad a sobrepasar tragedias, al culto al que llega y sigue adelante. No por otro motivo hay 20 pilotos que conducen máquinas de muerte a más de 200 kilómetros por hora. Pero ha habido desgracias que también edifican, por su parte, lo que es la historia de la categoría reina. Como Jochen Rindt, el único campeón póstumo. Halló su fatídico final en la primera sesión de Libres del Gran Premio de Italia de 1971 tras perder el control del Lotus. El belga Jacky Ickx podría haberle quitado la corona, pero falló en la carrera final. Había hecho la pole, pero el embrague del Ferrari reventó en la primera carrera.
“No era correcto vencer a alguien que no tenía opciones de defender sus opciones. Jochen merecía ese título”, reconoció Ickx sobre Rindt, que era campeón. Tras una vida marcada por la tragedia, pues fue huérfano al ser sus padres asesinados por las Fuerzas Áreas de Estados Unidos e Inglaterra durante la Operación Gomorra de la II Guerra Mundial. Sus abuelos le criaron y se convirtió en otra figura de suma importancia.

Rindt.
De una Fórmula 1 que pasó por todo tipo de episodios históricos. Los recientes hablan de una categoría millonaria y que vive lejos de sus raíces, abandonando a los ‘carreristas‘. Pero sigue constituyendo la cima de la tecnología y conducción. Una joya a cuidar y venerar, como hace el ‘Gran Circo’ aprovechando la fecha tan especial.
Por ejemplo, propone revisitar las mejores citas de tiempos recientes en un maratón de 24 horas. Concretamente, la Fórmula 1 ha elegido los Grandes Premios de Australia 2010, Canadá 2011, Mónaco 2018, Alemania 2019, Brasil 2008, Sakhir 2020 y Las Vegas 2024. Un poco de todo, con el añadido final del circuito en pleno Strip de la ciudad que nunca duerme, seña de identidad de la F1 actual.