Victor Wembanyama (c) de San Antonio Spurs defiende el balón ante Precious Achiuwa de los Knicks durante un juego de la NBA entre New York Knicks y San Antonio Spurs este miércoles, en el Madison Square Garden, en Nueva York (Estados Unidos).Angel ColmenaresEFE
Más que emocionante ha sido el arranque de la jornada de Navidad en la NBA. Como es habitual empezó en la Gran Manzana, en el Madison Square Garden, donde los New York Knicks ganaron 117-114 a los San Antonio Spurs de Victor Wembanyama. Para el francés era su debut en un día de Navidad y estuvo a punto de romper todas las estadísticas de un debutante en un día tan señalado. Sus 42 puntos son la tercera mejor marca de siempre y se quedó sólo a 3 del récord que ostenta Wilt Chamberlain desde 1959.
En los minutos centrales del último cuarto, cuando Wemby metió sus últimas canastas, parecía capaz de todo, incluido llevar a su equipo a la victoria. Pero un triple a 5 del final que finalmente no subió al marcador fue su último acierto. Tiró al mismo tiempo que le hacían una falta a Chris Paul, pero en la revisión se vio como la acción de tiro era posterior. Esa canasta le habría puesto a la par con Chamberlain, pero ahí llegó su magia. 42, 18 rebotes, 4 asistencias, 4 tapones y 6 triples. El primer jugador en la historia que llega a 4 tapones y 4 triples en el día de Navidad.
El problema es que cuando los Knicks parecían más que tocados, se despertaron. Y lo hicieron a tiempo. Con ese espíritu de lucha que les caracteriza. Y con el mejor Mikal Bridges de la temporada, que acabó con 41 tantos (17/25 en tiros, 6/9 en triples), la segunda mejor anotación de un jugador de los Knicks en Navidad. Por delante, claro, el inamovible Bernard King y sus 60 puntos, mejor para cualquier jugador el 25 de diciembre.
Los Spurs llegaron a estar 6 arriba a 7 minutos, pero en los siguientes 5 minutos el parcial fue de 20-9 a favor de los locales, en gran parte gracias a Bridges con 7 de los tantos de ese parcial. Paul puso su experiencia al servicio de los Spurs con otros 7 puntos: uns suspensión, dos tiros libres y un triple que dejaba a los suyos a 3 de distancia. Quedaban 41 segundos y el balón era de los Knicks. No iban a aumentar la ventaja, pero tampoco lo iban a necesitar, porque aparecería por partida doble esa navaja suiza que tienen en la plantilla. Josh Hart (12+12+6 y 2 robos) iba a coger los dos rebotes tras fallos de sus compañeros. Esas dos acciones valieron como dos canastas, ya que a los Spurs se les escapó el partido de las manos sin tener ni siquiera opción a lanzar un tiro para forzar la prórroga.
