Título: “El Niño del Pasado”
Santa Fe Klan, el famoso rapero de Guanajuato, llevaba una vida tranquila lejos del brillo del escenario. Después de alcanzar el éxito, decidió regresar a su ciudad natal para vivir cerca de su madre —Doña Rosario—, una mujer fuerte que lo había criado sola.
Una noche lluviosa, hace más de dos años, Ángel (Santa Fe Klan) regresaba de un concierto en León cuando vio una canastita frente a la puerta de una iglesia. Dentro había un bebé de apenas dos meses, envuelto en una manta desgastada con una nota escrita a mano: “Por favor, cuida a mi hijo. No puedo…”
Conmovido por su propia infancia difícil, Ángel llevó al niño a casa. Su madre no dudó ni un segundo: “Yo lo voy a criar como si fuera mi nieto.” Desde ese momento, el bebé —a quien llamaron Emiliano— creció rodeado de amor y cuidados.
Ángel se preguntaba a veces quién era la madre, pero nadie volvió. Mientras tanto, escribía canciones inspiradas en Emiliano, viéndolo como una nueva luz en su vida.
Dos años después
Una mañana fría, cuando Emiliano ya caminaba y decía “abue” y “pa” con una sonrisa inocente, una joven apareció en la puerta. Estaba delgada, con los ojos hinchados por el llanto, temblando al ver al niño jugar con un carrito viejo.
“Él… es mi hijo,” dijo entre lágrimas.
Se llamaba Alma. Contó que había sido una joven en situación de calle, abandonada durante el embarazo. Cuando dio a luz, desesperada, dejó a su bebé en la puerta de la iglesia con el corazón destrozado. Tras un largo proceso de rehabilitación y terapia, había vuelto a buscarlo.
Ángel, lleno de coraje, no quería entregarle a Emiliano, a quien consideraba su hijo. Pero Doña Rosario, con el corazón de madre, no la juzgó. Le ofreció pasar.
¿Qué pasa después?
La vida de los tres se volvió una tormenta de emociones. Alma intentaba acercarse a Emiliano, pero él la rechazaba, asustado. Ángel, al ver eso, sentía que su corazón se rompía. Pero también reconocía en Alma un esfuerzo sincero: una madre que quería recuperar lo que había perdido.
Entonces se reveló un detalle inesperado: Alma había sido fan de Santa Fe Klan desde joven. Sus canciones le daban esperanza en los momentos más oscuros… y ahora, el hombre que le salvó la vida con su música era quien había criado a su hijo.
Final abierto:
Ángel se enfrentaba a una decisión desgarradora: ¿seguir criando a Emiliano como su hijo, o permitir que volviera con su madre biológica?
De esa experiencia nació una nueva canción: “El hijo del viento”, que contaba toda la historia y dejaba una pregunta en el corazón de quien la escuchaba: ¿Qué amor vale más, el de quien cría o el de quien da la vida?