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Roger Federer, uno de los mayores rivales y amigos más queridos de Rafael Nadal, habló sobre la emotiva ceremonia de despedida del español en Roland Garros, que conmovió al mundo del tenis el domingo.
Junto a Novak Djokovic y Andy Murray, el suizo regresó a la cancha Philippe-Chatrier no como competidor, sino para honrar al hombre que definió el tenis en tierra batida.
El maestro suizo describió el momento en que el trío caminó hacia Nadal como algo atemporal frente al estadio abarrotado, pintado de naranja, que observaba con admiración.
Para Roger, ese paseo se prolongó eternamente antes de llegar y saludar al 14 veces campeón, quien se quedó de pie entre lágrimas, profundamente conmovido por el homenaje de los organizadores y sus legendarios rivales que acudieron a honrarlo.
Federer admitió que no le sorprendió lo especial de la ceremonia, pues sabía que la entrega de la placa estaba a la vuelta de la esquina. Sin embargo, aun así, le tocó la fibra sensible.
Ver la emoción de Rafa lo hizo todo más real para Roger, quien casi derramó una lágrima durante el abrazo. La escena con los 69 veces ganadores de Grand Slam simbolizó el cierre de uno de los capítulos más importantes de este deporte.
En un gesto de respeto, amor y legado que construyeron juntos, los cuatro campeones se mantuvieron unidos por última vez en el campo de batalla de arcilla que una vez dominaron o casi conquistaron.
Para Roger Federer, fue más que un simple homenaje: fue un paso hacia la historia del tenis.
“La ceremonia fue perfecta. Darle a Rafa esa placa para que la conserve para siempre fue increíble. A diferencia de él, no me sorprendió porque sabía que iba a ocurrir. Pero me alegré por él, al ver lo emocionado que estaba.”
El momento más emotivo para mí fue cuando caminé hacia él al entrar en la cancha. Parecía eterno, con todo el estadio observándonos. Fue un momento muy especial para Nole, Andy y para mí.
¿Se me escapó una lágrima? ¡Casi! Sobre todo cuando saludé a Rafa, porque sentí lo profundamente conmovido que estaba por la ceremonia”, dijo Roger Federer.
