Tino y Aidé, tras haber compartido muchas experiencias y superado obstáculos juntos, finalmente llegan a un entendimiento profundo sobre su relación. Ambos coinciden en que es momento de seguir adelante, pero esta vez no como padres de Circe y Ulises, sino como pareja, dejando atrás los lazos únicamente parentales para explorar una conexión más íntima. Tino, con una mezcla de nerviosismo y esperanza, expresa su deseo de estar a su lado no solo por el bienestar de sus hijos, sino también por lo que sienten el uno por el otro. Aidé, por su parte, acepta la propuesta de manera sincera, reconociendo que el amor entre ellos ha evolucionado y que es el momento adecuado para dar este paso juntos. Con una mirada de complicidad y el deseo de construir algo más allá de lo familiar, ella acepta ser su novia, marcando un nuevo comienzo en su vida, esta vez como una pareja dispuesta a afrontar los retos y alegrías que les depara el futuro.