Novak Djokovic se está dando cuenta de lo difícil que será ganar otro título de Grand Slam y convertirse en el jugador de mayor edad en lograr esta hazaña. El ex número 1 del mundo aún tiene la capacidad de elevar su nivel de forma sorprendente en los torneos Major, tras haber alcanzado las semifinales en Melbourne, París y Londres este año, pero lo cierto es que Jannik Sinner y Carlos Alcaraz han alcanzado un nivel que le resulta inalcanzable hoy en día.
La leyenda serbia ya no tiene la forma física de hace unos años y el número de lesiones ha aumentado sin duda en el último año y medio, lo que le obliga a admitir que no será fácil hacer historia en el tenis por enésima vez.
El tenista de 38 años, originario de Belgrado, podría haberse retirado el verano pasado, tras lograr el último gran objetivo de su carrera al ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París, pero ama demasiado este deporte y ha decidido seguir compitiendo al máximo nivel. El 24 veces campeón de Grand Slam ha reiterado repetidamente que estaría muy orgulloso de participar en la próxima edición de los Juegos Olímpicos, programados en Los Ángeles en 2028, cuando tenga 41 años.
Nole aspira a ganar su 25.º título de Grand Slam.
Mientras tanto, Nole ha decidido saltarse el Masters 1000 de Toronto y se espera que vuelva a la acción en Cincinnati el próximo mes, la última prueba antes del inicio del Abierto de Estados Unidos a finales de agosto. El veterano serbio sigue disfrutando de sus vacaciones en Croacia y Grecia.
En declaraciones a Gigi Salmon en el último episodio del podcast ‘Courtside Conversations’, Mansour Bahrami reflexionó sobre la situación actual de Novak: “Pensé que lo lograría. Sé que se pondrá cada vez más difícil. Para mí, Wimbledon fue quizás el último, así que sería increíble, y ha hecho tantas cosas increíbles que todos estamos asombrados de su grandeza.
Es un gran campeón, lo ha ganado todo y, a sus casi 39 años, es capaz de ganar el Abierto de Australia. Diría que si hay uno, ese sería el Abierto de Australia. Pero va a ser muy, muy difícil”.