Los Mets de Nueva York y el jardinero superestrella Juan Soto acordaron un contrato de 15 años y 765 millones de dólares, según varios informes del domingo. Es el contrato más grande en la historia del deporte.

La decisión lleva a Soto, ex jugador de los Yankees, al otro lado de la ciudad, a Queens, en un movimiento audaz por parte de una franquicia que durante mucho tiempo ha sido eclipsada por los Bombarderos del Bronx.

ESPN fue el primero en informar sobre la decisión de Soto de dejar el Yankee Stadium para ir al Citi Field y al dueño de los Mets, Steve Cohen, que desembolsó la mayor cantidad de dinero de la MLB: 341,8 millones de dólares por su roster de 40 hombres en la temporada 2024, según datos de Baseball Prospectus.

Es la mayor inversión hasta ahora de Cohen, que no ha tenido reparos en abrir su chequera.

El campocorto Francisco Lindor está jugando con un contrato de 10 años y 341 millones de dólares. Cohen había desembolsado 130 millones de dólares por Max Scherzer y 86,7 millones por Justin Verlander antes de deshacerse de ambos lanzadores de renombre en 2023.

Esta temporada, los Mets se recuperaron de un comienzo de 24-35 para llegar a los playoffs y empujar a los eventuales campeones mundiales Los Angeles Dodgers al Juego 6 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

El club de la División Este de la Liga Nacional tuvo una ofensiva fuerte, anotando 768 carreras, la séptima mayor cantidad en el béisbol. La llegada de Soto debería fortalecer la ofensiva de los Mets o al menos aliviar el golpe de posiblemente perder al primera base Pete Alonso en la agencia libre.

La partida de Soto podría ser un gran revés para los Yankees, campeones de la Liga Americana, que perdieron la Serie Mundial en cinco juegos ante los Dodgers en octubre.

Los Yankees tuvieron la tercera ofensiva del béisbol este año, anotando 815 carreras con una alineación repleta de jugadores de alto nivel que ahora de repente se quedó sin un colaborador clave.

Soto impulsó 109 carreras para los Yankees, lo que conforma un poderoso trío con el Jugador Más Valioso de la Liga Americana Aaron Judge (144) y Giancarlo Stanton (72).

Pero fueron los únicos tres Bombarderos con al menos 72 carreras impulsadas, mientras que los campeones Dodgers tuvieron cinco bateadores con al menos 75 carreras impulsadas. Los Mets tuvieron cinco bateadores con al menos 69 carreras impulsadas en 2024.

Los Mets han ganado dos Series Mundiales (1969 y 1986) desde que comenzó su historia en 1962.

Y si bien ese par de títulos representan a dos de los equipos más conocidos del béisbol del siglo XX, los Miracle Mets y el equipo dominante de 1986, los Mets han luchado durante mucho tiempo para superar la larga sombra proyectada por los 27 veces campeones Yankees.

La incorporación de Soto es el movimiento más agresivo de los Mets hasta el momento para arrebatarle el protagonismo de la Gran Manzana a los Yankees.

Soto, de 26 años, fue sin duda el agente libre más buscado de este invierno, valorado tanto por sus habilidades de béisbol de élite como por su fecha de nacimiento.

Los jugadores de béisbol deben cumplir seis años de servicio en la MLB antes de que se les permita probar por completo la agencia libre. Esa media docena de años de control del club, con salarios inferiores a los del mercado libre, pueden ser un desincentivo para contratar agentes libres que podrían estar acercándose o ya superando sus picos atléticos alrededor de los 30 años.

Soto irrumpió en las grandes ligas como un fenómeno de 19 años, haciendo que el reloj de la agencia libre se agotara a una edad temprana y ofreciendo a los postores una rara oportunidad de conseguir a un jugador con tantos años de excelencia por delante en su carrera.

Esta temporada conectó 41 jonrones, un récord personal (cuarta mayor cantidad), junto con 109 carreras impulsadas (sexta mayor cantidad).

Soto también es uno de los bateadores más disciplinados y pacientes del béisbol, habiendo recibido bases por bolas en el 18,1% de sus apariciones en el plato, en comparación con la tasa general de MLB del 8,4%, en 2024. Y en una era en la que el béisbol es un deporte de alto riesgo, se ponchó solo el 16,7% de las veces, mientras que la liga se ponchó a un ritmo del 22,2% esta temporada.