Helena, visiblemente molesta, se acerca a Demián y le cuestiona con firmeza sobre su reunión con Briana. La sospecha y la desconfianza invaden su voz mientras le exige explicaciones, pues sabe que la relación entre Demián y Briana ha sido un tema delicado en el pasado. Demián, tratando de calmar la situación, le asegura con una sonrisa nerviosa que su encuentro fue completamente inocente y que Briana solo lo está ayudando a organizar la fiesta de cumpleaños de Helena. Le explica que, dado que Briana tiene experiencia en eventos, ella le ofreció su ayuda para hacer de la celebración algo especial. Sin embargo, Helena no se deja convencer tan fácilmente. Con un tono serio y desafiante, le advierte que no piensa tolerar ni el más mínimo engaño, recordándole que la confianza es fundamental en su relación. La mirada decidida de Helena deja claro que cualquier intento de ocultar la verdad o jugar con sus sentimientos podría tener consecuencias graves.