Helena se molesta con Ángel por haberla besado sabiendo que es una mujer casada.
Helena se siente profundamente ofendida y confundida cuando Ángel, a pesar de conocer su situación marital, la besa. Aunque en el fondo hay una chispa de atracción entre ellos, la naturaleza del beso la toma por sorpresa y la deja en un torbellino de emociones encontradas. En su mente, Helena no puede evitar pensar en el compromiso que tiene con su esposo, Demián, y en las implicaciones que ese beso tendría no