‘El Pintas’, con la furia reflejada en sus ojos, toma a Jezabel por la fuerza, sujetándola con firmeza mientras ella intenta zafarse sin éxito. La tensión en el aire es palpable, y su voz, cargada de rabia contenida, retumba en el silencio: “¡No creas que me he olvidado de lo que me hiciste! Te juro que vas a pagar por cada una de tus maldades, incluyendo aquella vez que intentaste deshacerte de mí”.
Jezabel, con su habitual altivez desmoronada, siente un escalofrío recorrerle el cuerpo al ver la intensidad en la mirada de ‘El Pintas’. Él continúa, su tono cada vez más amenazante: “Pensaste que podías jugar con mi vida como si fuera un simple peón de tus maquiavélicos planes. Ahora, llegó tu turno de sufrir las consecuencias”.
Mientras ella balbucea excusas, ‘El Pintas’ la encara más de cerca, dejando claro que esta vez no habrá escapatoria para la mujer que tantas veces se creyó intocable.