El español se adjudica un botín importante con su triunfo en el Foro Itálico ante Jannik Sinner.
GUGLIELMO MANGIAPANE
El épico triunfo de Carlos Alcaraz corona el Internazionali d’Italia con un cierre espectacular
El domingo, Carlos Alcaraz se alzó como el gran protagonista del Internazionali d’Italia, un prestigioso torneo de categoría Masters 1.000 en la rama masculina y WTA 1.000 en la femenina, celebrado en el icónico Foro Itálico de Roma. El joven tenista español logró una victoria vibrante y memorable al imponerse al italiano Jannik Sinner en una final masculina cargada de intensidad y emoción, poniendo el broche de oro a un torneo repleto de momentos inolvidables. Este triunfo llegó tan solo un día después de que la italiana Jasmine Paolini se consagrara campeona en la final femenina, derrotando a la estadounidense Coco Gauff en un duelo igualmente apasionante que mantuvo a los espectadores al borde de sus asientos.
El premio económico para los vencedores reflejó el prestigio del evento, aunque con diferencias notables entre las categorías. Alcaraz, gracias a su hazaña en la pista romana, se embolsó una cuantiosa suma de 980.030 euros, una recompensa que no solo celebra su talento, sino que también subraya su posición como una de las estrellas más brillantes del tenis mundial. Por su parte, Jasmine Paolini, quien brilló en la final femenina, recibió 877.390 euros, una cifra ligeramente inferior que pone en evidencia la falta de paridad económica entre los ganadores de ambos torneos, a diferencia de lo que ocurre en eventos como el Madrid Open, donde los premios para hombres y mujeres son igualitarios.
En el caso de Jannik Sinner, el subcampeón masculino y favorito local, no se fue con las manos vacías. El italiano, a pesar de la derrota, aseguró un premio de 523.870 euros, reconociendo su destacado desempeño a lo largo del torneo. Entre los demás representantes españoles, Jaume Munar destacó al alcanzar los octavos de final, un logro que le valió 90.445 euros, consolidando su presencia en un evento de tan alto calibre.
El Internazionali d’Italia no solo fue un escaparate de talento deportivo, sino también una celebración de la pasión y la competitividad que definen al tenis de élite. Los triunfos de Alcaraz y Paolini, junto con las actuaciones de Sinner y Munar, dejaron una huella imborrable en Roma, alimentando la expectativa de los aficionados para las próximas citas del circuito profesional.