Gabriela se siente profundamente decepcionada de Tomás cuando se da cuenta de que, a pesar de todos sus esfuerzos y de su cercanía emocional con él, no logra convencerlo de retirar las acusaciones en contra de Eva. Este momento le genera una gran frustración, ya que esperaba que Tomás confiara en su criterio y mostrara mayor flexibilidad frente a la situación.

Mientras tanto, Leonor, siempre atenta a las oportunidades, percibe la tensión y el distanciamiento creciente entre Gabriela y Tomás. Astuta y estratégica, decide intervenir en el momento oportuno, aprovechando la vulnerabilidad de Gabriela. Leonor le presenta un plan de pagos aparentemente ventajoso, diseñado para atraerla y, al mismo tiempo, reforzar su posición frente a Tomás. Gabriela, confundida y desilusionada, empieza a considerar la propuesta de Leonor, aunque no puede evitar preguntarse cuáles serán las verdaderas intenciones detrás de esta oferta.